Palabras de Juan José Camacho Gómez presidente de la Asociación mexicana de rociadores automáticos contra Incendios (Amraci), en el marco de la 4a Expo Fire Protection & International Congress
WTC, Ciudad de México, 1 de Oct. – Buenos días a todos, agradezco la presencia de nuestro amigo y líder de la cúpula empresarial Lic. Francisco Cervantes presidente de CONCAMIN, apreciamos tu apoyo y compromiso con el sector empresarial de México, a la Mtra. Nancy Reséndiz, presidenta de la Comisión de Protección Civil de la Cámara de Diputados, a la Arq. Miriam Urzúa secretaría de Protección Civil de la Ciudad de México y al Lic. Alfonso Güati director general de Normas de la Secretaría de Economía.
Saludo a todos quienes nos acompañan en el presídium y a las distintas organizaciones gremiales y cuerpos de bomberos y visitantes internacionales de los Estados Unidos, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Colombia, Perú, Brasil, y a todos los presentes.
Bienvenidos a la 4ª edición de la Expo Fire Protection & Intrenational Congress 2019 y a la Quinta Campaña Nacional de Prevención y Protección Contra Incendios, gracias por sumarse a esta noble causa, la de proteger vidas.
Se conoce poco o casi nada acerca de los incendios y sus impactos en nuestro país sin embargo, suceden con mayor frecuencia de lo que sabemos, de acuerdo con la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de 2015 a 2018, 54 mil 706 incendios provocaron la pérdida ecónomica de 743 mil millones de pesos, lo que equivale al ocho por ciento de la deuda externa.
En los últimos cinco años han fallecido más de 3 mil personas, 25 mil heridos, evacuado a más de 19 mil y 14 mil han resultado danmificados. Los costos en quemaduras leves oscilan entre 30 mil a 500 mil, en quemaduras moderadas de 500 mil a 5 millones, y en quemaduras graves de 5 a 40 millones de pesos, esta última cifra es equivalente al excedente presupuestal para el sector salud nacional aprobado para 2020. El 93% de todos los pacientes quemados fueron atendidos en hospitales públicos haciendo patente la insuficiente infraestructura para su atención.
En nuestro país, como en muchos otros países hermanos existe incipiente o insuficiente cultura de prevención de incendios, debido a esto, en los últimos años se han registrado en Latino América más del 50 por ciento de los grandes incendios del mundo.
El índice de pérdidas humanas es de más del doble comparado con otros países donde se ha modernizado la regulación en protección contra incendio. Un incendio es fuego fuera de control, y al combatirlo, si no se actúa inmediatamente, sus efectos se vuelven devastadores, esto sucede en menos de 5 minutos, este tiempo le deja muy poco margen a nuestros heroicos cuerpos de bomberos para combatirlo.
Los incendios son ocasionados principalmente por accidentes, descuidos, fallas humanas e instalaciones eléctricas y de gas en mal estado. Sin embargo, los incendios se pueden evitar fomentando una cultura de prevención y protección; para lo anterior es necesario la sensibilización, concientización y actualizar la regulación como ha sucedido en otras países.
En México los incendios tienen mayores consecuencias en víctimas y daños que los sismos y huracanes, pero a diferencia de estos, los incendios se presentan en forma aislada y no como un solo evento catastrófico, por lo que estos generalmente no provocan noticias impactantes.
Algunos focos de alarma se presentan cuando suceden incendios graves como los registrados en la Guardería ABC en Hermosillo, el complejo industrial pajaritos, y la explosión en Tultepec, los cuales no contaban con medidas de protección integral a causa de la ausencia de una regulación adecuada en México, ya que estamos con un rezago de al menos 30 años en materia de Protección Contra Incendio en relación a otros países.
De no modernizarse la regulación en México podríamos enfrentar problemas muy graves con inmensas pérdidas de vidas y propiedades como los que sucedieron en otros países, tales como el hotel MGM de Las Vegas, el Museo Nacional de Brasil, la Torre Grenfelln en Londres, la Catedral de Notre Dame y el Centro comercial Zimnaya en Rusia estos hechos provocaron cambios en la Regulación de esos países.
El daño directo de vidas, de los inmuebles y de interrupción de negocio es lo que se ve y mide inmediatamente, sin embargo, de forma indirecta hay consecuencias enormes. Por ejemplo, a causa del incendio en el hotel MGM, dejaron de llegar de un año al otro a Las Vegas más de un millón de turistas, cuyo impacto económico fue de una disminución en ingresos de 1.3 billones de dólares en tan solo ese año.
Por ende, al comparar los datos duros de las enormes pérdidas contra el impacto económico de proteger con sistemas Automáticos contra incendio, que tan solo incrementan en un 5% el costo de la construcción de un edificio, es el equivalente al acabado de instalar una alfombra o un piso; las autoridades en estados unidos concluyeron que era muchísimo más razonable, correcto y económico prevenir que lamentar estas consecuencias.
Con este análisis de datos duros se provoco un cambio muy importante en la regulación de protección contra incendio en dicho país a principio de los años 80, exigiendo en todos los edificios que rebasen el alcance de las escaleras de los cuerpos bomberos el uso de rociadores automáticos. Las reglas cambian a partir de tragedias como esta, en México debemos aprender de la experiencia de otros y no esperar a que estas tragedias nos sucedan.
Desgraciadamente, tuvimos que tener una tragedia mayor como la del terremoto de 1985, para hacer cambios en el Reglamento de Construcción. Entonces aprendimos, que tantas víctimas y daños NO fueron causados por el movimiento sísmico, sino por el mal diseño de las estructuras provocadas por una normatividad en aquel tiempo con criterios de diseño insuficientes para el riesgo sísmico que enfrentamos.
En nuestro país hoy contamos con un reglamento de construcción adecuado y se ha generado una cultura de prevención civil y de mayor resiliencia ante los desastres naturales como sismos y huracanes, se ha fortalecido el atlas de riesgo y esto la sociedad lo reconoce y agradece. Sin embargo queda una deuda pendiente ante los riesgos de tipo antropogénicos o quimico-tecnologicos donde se clasifica el riesgo de incendio y donde aún hay mucho que hacer.
Y es aquí Mtra. Nancy Reséndiz que solicitamos de su apoyo para generar las condiciones legislativas y de actualización del atlas de riesgo en materia de fuego que nos permitan apuntalar el desarrollo de un marco normativo a nivel Nacional en materia de seguridad humana y protección de incendios. Lic. Alfonso Guati reiteramos nuestro apoyo y ofrecemos nuestra experiencia para construir la nueva Ley de Infraestructura de la Calidad.
Requerimos que la regulacion sea moderna, suficiente, clara, integral, prescriptiva y que pueda ser inspeccionada oportunamente, para que nos permita construir el andamiaje necesario y prevenir catastrofes futuras que podamos lamentar.
En nuestro país a raíz de las tragedias de los últimos incendios graves y solo como reacción a los mismos, se han realizado cambios aislados en la regulación y desgraciadamente solo en donde han ocurrido estos graves incendios; por ejemplo las autoridades en Sonora, incorporaron normas complementarias exigiendo sistemas automáticos contra incendio para las guarderías con más de 100 niños; el municipio de Garza García, Nuevo León, ya exige el uso de rociadores automáticos en los edificios altos o en donde existe gran concentración de personas en situación vulnerable, al igual que el municipio de Mexicali.
Hoy por hoy, las grandes ciudades del mundo tienden a construir edificios cada vez más altos y México no es la excepción, si no se regula para que estos edificios cuenten con un sistema de protección contra incendio integral, tendremos bombas de tiempo ya que estos edificios sin protección adecuada al riesgo serán verdaderas trampas mortales en caso de un incendio.
Es por ello que la Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI) y diversas organizaciones de la sociedad civil, hemos hecho un frente común para darle mayor visibilidad a esta problemática, y hemos planteado diversas iniciativas en materia de normatividad y su cumplimiento, campañas de prevención, jornadas de diálogo y análisis entre autoridades, usuarios y especialistas que permitan mejorar las condiciones de seguridad. Esta 4ª edición de la Expo Fier Protection & International Congress México 2019 deberá ser un parte aguas para impulsar un cambio en la manera de afrontar el tema de incendio juntos podemos hacer la diferencia.
¡La responsabilidad ES DE TODOS, Empresarios, Sociedad Civil y Gobierno, para lograr un México Sin Víctimas de Fuego….!
Muchas gracias.
