Templo Mayor Reforma

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Alguien llame a un gastroenterólogo, porque Alberto Elías Beltrán ha tenido que comerse unos sapos espantosos… ¡y poniendo buena cara!
Las piruetas que está dando el titular de la PGR para explicar por qué le abrieron la puerta de la cárcel a Javier Duarte serían de risa, si no evidenciaran que la justicia en México está para llorar.
Ahora resulta que la Procuraduría ¡nunca tuvo pruebas! de que el ex gobernador de Veracruz incurrió en el delito de delincuencia organizada al desviar 438 millones de pesos a través de empresas fantasma. No, pues, explíquenle eso a los priistas, desde Manlio Fabio Beltrones hasta José Antonio Meade, que en mucho le deben la derrota al santo Duarte.
Pero, bueno, en realidad la culpa no es de Elías Beltrán, sino de su obediencia a un sistema en el que el procurador no es autónomo, es un empleado del Presidente y permite que la política mangonee a la justicia. Y lo peor es que el próximo sexenio corre el riesgo de ser igual.

Ayer el país amaneció con la sorpresa de que, a decir de Ildefonso Guajardo, el acuerdo para la renovación del TLCAN podría firmarse en los próximos días e, inclusive, horas.
Los que saben del tema dicen que, de concretarse, habría de inmediato un efecto positivo en los mercados, el cual obviamente favorecería al próximo gobierno al mejorar el ambiente de negocios.
Y no es por andar de intrigosos, pero en los corrillos morenos se dice que el equipo de transición de AMLO habría apoyado las posturas negociadoras de Guajardo, en contra de las posturas más proestadounidenses de Luis Videgaray.
No en balde el comentario entre el equipo lopezobradorista es que el funcionario de Peña con el que más afinidades han encontrado es con el secretario de Economía. ¡Qué tal!

Pongan atención porque los empresarios turísticos agrupados en el CNET le harán llegar un atento recado al próximo gobierno.
El organismo cúpula del sector que preside Pablo Azcárraga anunciará inversiones por 25 mil millones de dólares para el próximo sexenio, a fin de atraer otros 46 mil millones en ingresos turísticos, peeero… con una condición.
Le van a pedir a AMLO que acepte un plan de 10 puntos elaborado por el Consejo Nacional Empresarial Turístico, que incluye no usar el dinero de la promoción para su Tren Maya y, sobre todo, no cancelar el NAIM. A ver si no les da el avión.

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