Templo Mayor, Reforma

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Se puso ya en marcha la transición al reunirse ayer el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, y la ganadora de las elecciones capitalinas, Claudia Sheinbaum, quien llega con más poder que cualquiera de sus antecesores.
Y es que, por primera vez desde 1997, en que los capitalinos comenzaron a elegir a su gobernante, la cabeza del Ejecutivo local no será opositora al Presidente. De hecho, Sheinbaum tendrá línea directa con el próximo inquilino de Palacio Nacional, tendrá una amplia mayoría en el Congreso de la CDMX y 11 o quizás 12 de los 16 alcaldes serán de su mismo partido.
Si a eso se le suma que en la Cámara de Diputados y el Senado, Morena será mayoría, la nueva mandataria no tendrá que pelear por el techo de endeudamiento, ni por los recursos del Fondo Metropolitano o del Fondo de Capitalidad, que fueron el coco de sus antecesores.
Así, pues, desde ahora, Claudia Sheinbaum se coloca en la lista de pre-pre-presidenciables para 2024.

En la comida que sostuvieron los jerarcas priistas no hubo cuchillos largos, sino sobaditas de árnica para la paliza que se llevaron en las urnas.
Tuvieron que empezar por lo más difícil: admitir la realidad de la derrota. Los gobernadores dijeron que René Juárez debe terminar su mandato y que la dirigencia se renueve hasta que inicie el nuevo sexenio.
Y no es porque de pronto los tricolores se hayan vuelto humildes y reflexivos, sino porque una bancada de 43 diputados federales no tiene mucho para dónde hacerse.
El que de inmediato quiso llevar agua a su molino fue Emilio Gamboa, quien salió corriendo a decir que se deben cambiar de nuevo los estatutos del PRI. A algunos no les cayó bien la puntada, pues dicen que trae una agenda oculta.
Es decir, que si bien el tema parecen ser las reglas sobre candidatos ciudadanos, en el fondo Gamboa estaría buscando quitar la prohibición que impide a los plurinominales brincar de una Cámara a otra como pluris nuevamente. ¿A quién le estará pavimentando el camino? Es pregunta sólo para grillos y chapulines.

Entre los habitantes del reino amoroso de Morena se comenta que, contrario a lo planeado, es posible que Rocío Nahle no se convierta en la titular de la Secretaría de Energía.
Y no por otra cosa, sino porque Andrés Manuel López Obrador va a necesitar un buen operador que maneje la mayoría morenista en el Senado. Y Nahle podría ser no sólo coordinadora de la bancada, sino también presidenta de la Junta de Coordinación Política. Habrá que esperar el anuncio de Belinda.

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