El candidato del Frente PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya, ya había hecho pública su propuesta del “Ingreso Básico Universal” (IBU) –dinero para todos los ciudadanos por el solo hecho de ser mexicanos–, pero recientemente, a unos cuantos días de los comicios presidenciales, empezó a repartir tarjetas sin fondos para que la gente pueda canjearlas después de las elecciones del 1 de julio. Prácticamente lo mismo que hizo el PRI en en Estado de México durante la campaña de Alfredo del Mazo.
Imágenes de las tarjetas y los sobres en que venían circularon por las redes sociales. En éstos se explica que darán a la gente “dinero siempre” mensualmente y “de por vida”, con la condición de que gane Anaya la elección, por lo que estas tarjetas no tienen fondos.
Además, usuarios de redes criticaron el uso clientelar –parcializar o condicionar los programas sociales– que se está dando a estas tarjetas con el fin de coptar el voto.
Además, de acuerdo con el periodista Álvaro Delgado, el Estado tendría que gastar un total de 180 mil millones de pesos mensuales para dar dinero a 120 millones de mexicanos. Una cifra imposible.
Otro detalle que Ricardo Anaya nunca ha tocado es cómo hará para entregar ese dinero a personas en zonas marginadas. Lo anterior recuerda a su propuesta de regalar una tablet o smartphone a cada ciudadano.
Se ha reportado la entrega de estas tarjetas en la Ciudad de México, Nayarit, San Luis Potosí y Puebla. No sólo panistas han participado, también el PRD se ha dedicado a repartir.
En redes critican el doble discurso de Ricardo Anaya y su equipo sobre los programas sociales, especialmente al referirse a los del candidato morenista, López Obrador.
