La Alianza del Pacífico, uno de los mayores referentes de integración regional en todo el mundo, celebra esta semana su XIII Cumbre de Presidentes, en Puerto Vallarta, Jalisco. Hace siete años, Perú, Chile, Colombia y México decidimos construir un área de integración profunda que diera impulso a una mayor competitividad regional, que propiciara la inclusión social y la superación de la desigualdad, y que lograra un mayor acercamiento entre países aliados.
La Alianza del Pacífico concentra 36% del PIB de América Latina y el Caribe, 57% de su comercio y 38% de la captación de inversión extranjera directa. Por la magnitud de nuestra influencia como bloque, hemos llamado la atención de 55 naciones que ya participan como Estados Observadores. A la vez, estamos llevando a cabo un proceso de negociación de Acuerdos Comerciales con Australia, Canadá, Nueva Zelandia y Singapur, a fin de que se integren a la Alianza bajo la figura de Estados Asociados.
Uno de los principales atractivos de nuestra integración radica en los resultados tangibles que hemos conseguido. Desde mayo de 2016 entró en vigor el Protocolo Comercial de la Alianza del Pacífico, que hoy permite que 96% de los productos y servicios que se intercambian entre los cuatro países circulen libremente.
Además de los beneficios comerciales, la Alianza del Pacífico ha tenido otros avances concretos y significativos. Nos enorgullece, particularmente, la creación del Fondo de Capital Emprendedor. Esta nueva herramienta será de gran utilidad para respaldar los esfuerzos de exportación de nuestras pequeñas y medianas empresas, las cuales generan el mayor porcentaje del empleo en nuestros países.
En materia de inversión, hemos avanzado en la constitución de un Fondo de Infraestructura para canalizar recursos de inversionistas institucionales, locales y de otros países, hacia proyectos que, además de generar empleos de calidad, crearán la infraestructura necesaria para seguir conectando a nuestras economías.
Otro de los objetivos fundacionales de la Alianza del Pacífico es promover una mayor movilidad de personas. Para lograrlo, los cuatro países hemos eliminado el requisito de visa de turista para nuestros ciudadanos y residentes extranjeros; creamos programas que promueven la participación de los jóvenes en proyectos sociales y les permiten viajar para trabajar y conocer de manera cercana cualquiera de los países miembros de la Alianza. También establecimos una Plataforma de Movilidad Académica y Estudiantil que, al primer semestre de 2018, ha dado más de 1,800 becas a estudiantes de Chile, Colombia, Perú y México.
Estos logros son fruto de los principios y objetivos que comparten nuestros cuatro países, y de la voluntad política de sus gobiernos. Su éxito se refleja, asimismo, en la oportunidad privilegiada que tendremos en esta Cumbre para dialogar sobre la integración de nuestra región con los Jefes de Estado y representantes de alto nivel de los países del Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. El objetivo de este histórico acercamiento será identificar, mediante el diálogo franco y amistoso, acciones eficaces para continuar fomentando el libre comercio y el regionalismo abierto, así como propiciar un mayor acercamiento entre ambos bloques y nuestras sociedades.
Para mí, la Cumbre de Puerto Vallarta se trata de una ocasión especial porque, además de representar a México como anfitrión, es también el último encuentro de la Alianza del Pacífico en el que tendré el honor de participar. En los últimos seis años, he sido testigo de la extraordinaria evolución de esta iniciativa. En 2012, cuando me incorporé a este esfuerzo, se trataba aún de un ambicioso proyecto de articulación económica. Hoy, la Alianza del Pacífico es una de las plataformas de integración más modernas, eficaces y flexibles del mundo.
En esta Cumbre tendremos la oportunidad de celebrar lo alcanzado, pero también de reflexionar y establecer el rumbo que deseamos dar a nuestra integración. Nos encontramos en una etapa crucial para dotar a la Alianza del Pacífico de una visión de mediano y largo plazo. Es por ello que, en Puerto Vallarta, adoptaremos la Visión Estratégica 2030, la cual busca lograr una Alianza del Pacífico más integrada, más conectada, más global y más ciudadana.
Los Estados miembro de esta iniciativa estamos convencidos de que, frente a las tendencias proteccionistas que han surgido en algunas latitudes, la Alianza del Pacífico tiene un enorme potencial de vinculación en América Latina y con otras regiones del mundo. México reitera, hoy más que nunca, su voluntad de continuar promoviendo el libre comercio como mecanismo para impulsar el crecimiento económico y contribuir al bienestar y desarrollo integral de nuestros ciudadanos.
Presidente de México
Presidencia de la República/El Universal