El príncipe Guillermo, duque de Cambridge y su esposa Kate Middleton, celebraron el bautizo de su tercer hijo y quinto en la línea de sucesión al trono británico, en un servicio religioso que no duró más allá de 45 minutos, oficiado por el arzobispo de Caterbury y primado de la iglesia anglicana
El bautizo del tercer descendiente de los duques de Cambridge tuvo verificativo en la Capilla Real del palacio de Saint James, en Londres.
Al templo arribaron los felices padres: Kate llevando en brazos al príncipe Louis en brazos, que lucía un semblante apacible, mientras que el príncipe William caminaba llevando de la mano a sus otros dos hijos, el príncipe George y la princesa Charlotte, de 5 y 3 años respectivamente.
Al acto religioso concurrieron los duques de Sussex, Harry y Megan Markle; el príncipe Carlos acompañado de su esposa Camila Parker, así como los padres de Kate Middleton, su hermana Pipa Middleton y su esposo James.
Los grandes ausentes a la privada ceremonia religiosa fueron la Reina Isabel y el duque de Edimburgo , quienes no pudieron estar presentes en el emotivo acto, por razones, dijeron, de agenda.
