de Joaquín López-Dóriga
Milenio Diario
“¿Petate del muerto? ¡La manga…!”
No entiende que los mercados tampoco entienden.
Durante su participación en Tercer Grado como candidato, el 3 de mayo, Andrés Manuel López Obrador me dijo que los mercados son inteligentes, en lo que no estuve de acuerdo. Los mercados, apunté, nunca han sido inteligentes, reaccionan a la percepción y son irracionales, sobre todo cuando otean el riesgo. Y agrego: en tiempos de globalización, nunca un gobierno, un Estado, un régimen ha derrotado a esos mercados que son implacables.
Hoy la transición es víctima de dichos mercados. En lo externo, por la aversión a los países emergentes, la nueva política de la FED de regreso al aumento de tasas, la desaceleración de la economía mundial, la fortaleza del dólar, el desplome del petróleo y el inicio de una guerra mundial comercial a partir del proteccionismo de Donald Trump, que tiene como blanco a China pero pegó a todos, socios como México, incluido.
A ese escenario mundial, hay que agregarle factores internos que han creado incertidumbre en México, retratada en la posposición de inversiones, la caída de la bolsa de casi 50 mil puntos, el 1 de octubre, a 39 mil 427 ayer, niveles de marzo de 2014; el dólar interbancario, en el mismo lapso, de 18.69 a 20.47 pesos y la prima de riesgo México a su máximo de 22 meses.
Esos petates del muerto–a los que culpó ayer Ricardo Monreal del desplome– son la cancelación, vía consulta del NAIM y la aprobación de los trenes Maya y Transísmico y la refinería de Tabasco. A esto hay que añadir el tema de las comisiones bancarias y ocurrencias como usar las reservas del Banco de México para fines productivos y expropiar las afores.
Ante esto y otros petates mortuorios, el lunes por la noche tuvo que salir Carlos Urzúa a tranquilizar a los mercados.
Mi preocupación es que el próximo secretario de Hacienda no lo logró al 100, contuvo la caída, que es algo, sí, pero no todo.
RETALES
- BANCO. Y uno de los factores por los que no caló su mensaje es que lo desvió con el anuncio de que Gerardo Esquivel, gran y reconocido personaje, será vicegobernador del Banco de México. Pero, ¿lo tenía que anunciar el lunes, cuando la prioridad era el mensaje de calma? Es más, ¿lo tenía que anunciar él, lo que nunca había sucedido?;
- FRENAZO. Ayer en San Lázaro la oposición hizo bloque y por 20 votos impidió que Morena construyera la mayoría calificada para aprobar la reforma constitucional que elimina el fuero, que echaron abajo. Ya quedó el antecedente. Y en el Senado, Morena tampoco hace esa mayoría calificada; y
- INFARTO. En la sede de la trasparencia, el INAI, se informó el lunes la muerte de su consejero Carlos Bonini por un infarto al corazón, cuando en realidad cayó del quinto piso de la sede de ese instituto, falleciendo por un conjunto de traumatismos por el golpe y lo sabían. Entonces, ¿Por qué lo del infarto?
Nos vemos mañana, pero en privado