Columnas Políticas, Arsenal

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Francisco Garfias

Excélsior“¡Se llevaron a mi hija los de Interpol!”

A las 13:51 horas llegó el mensaje grabado a mi celular.

“¡Ayúdame ¡ Se llevaron a mi hija los de la Interpol!”. Era Katia Ortiz, mexicana, 29 años, separada del ciudadano francés, Benjamin Biere, hace más de un año.

Su voz era la de una madre angustiada, desconcertada, destrozada  por la decisión de una juez mexicana de lo familiar, quien le dijo que la niña, de nombre Mila, nacida en aquel país hace dos años y ocho meses, estaba “ilegalmente” en México.

Elementos de la Interpol estuvieron monitoreando una semana los movimientos de Mila en la escuela Gymboree, de la calle Suderman, en Polanco, donde la niña asistía de las 9 a las 13 horas.

Los de Interpol México se apoyaron en la orden de la juez del Séptimo Juzgado de lo Familiar, pero también en elementos que portaban camisas de la PGR —hoy Fiscalía General— para arrebatársela a su madre y llevarla a un albergue del DIF en la Ciudad de México.

No hubo notificación o advertencia alguna. La justicia mexicana no le dio a Katia la oportunidad de explicar su caso. Se plegó a la petición de sustracción de la menor emitida por las autoridades de Francia.

Lamentablemente, Katia sufrió de “violencia intrafamiliar” y el matrimonio se deshizo. La mexicana asegura que sacó a la niña de aquel país hace un año, con la autorización del padre.

Sin mayor averiguación, la “justicia” local autorizó el “secuestro” de la menor, ¿ o se puede llamar de otra manera en el “argot” legal?

La niña, muy asustada, no paraba de llorar y de gritar: “¡mami! ¡mami!”. Lo vimos en el video que nos mandó.

“No me voy a ir del albergue. Voy a hacer una manifestación o lo que sea. El abogado de Benjamin, José Alberto Zanabria, me dijo ‘mira lo que logré en 24 horas: una audiencia y que te la quitaran. Puedo lograr que en menos de 48 horas se la lleven a Francia’, narró la madre.

Horas después, ya más calmada, Katia nos dijo que la niña se va a quedar en el albergue del DIF por lo menos hasta el 15 de febrero, fecha que se fijó para la audiencia.

La madre mexicana tiene cinco días para presentar pruebas de que su marido es alcohólico y la violentó. De lo contrario, su hija se va a Francia.

Estaremos pendientes.

Hace tres semanas, AMLO desmintió  a The Wall Street Journal , Biblia de los mercados financieros, en el sentido de que México había dejado de importar crudo ligero de Estados Unidos. “Eso no es cierto”.

El cotidiano volvió a publicar, ayer, idéntica información en su edición en línea. “Una decisión que, según exfuncionarios del gobierno, probablemente ha agravado la crisis de escasez de gasolina en el país”, dice la nota.

“Pero cortar las compras de crudo ligero de Estados Unidos al mismo tiempo ha obstaculizado la capacidad de las refinerías de México para compensar el déficit de gasolinas”, agrega.

El diario destaca que el objetivo del nuevo gobierno es hacer que México sea autosuficiente en productos refinados que utilizan el crudo (pesado) que produce el país.

Y citan al analista en energía, David Shields, quien dice que para el gobierno de AMLO “la importación de crudo es un tabú. Pareciera que no va con su ideología” y que dejar de importar crudo ligero “es un balazo en el pie”.

A ver cómo le va al WSJ en la mañanera de hoy. Seguramente, dirá que es otro ataque del neoliberalismo contra la Cuarta Transformación.

La teníamos perdida. Ivonne Ortega reapareció, ayer, en un video que difundió en Twitter bajo el título: Quiero ser presidenta nacional del PRI. “Me interesa contender en un proceso democrático y abierto a las bases”, dijo la inquieta exgobernadora de Yucatán. Más del PRI: ayer, expulsaron al exgobernador César Duarte. Más vale tarde…

AT&T superó en número de quejas a todas las demás empresas de telecomunicaciones.  Lo dice la página https://www.soyusuario.ift.org.mx.

Entre abril y junio del año pasado, el IFT canalizó 2,778 reclamos. A AT&T le correspondieron 801; a Temex, 765; a Movistar, 354; a Telcel, 252 y a Megacable, 162. (El Universal, 3 de octubre, 18).

Van dos quejas más con atención al SAT y a la Profeco. Son mías. La primera tiene que ver con la no emisión de las facturas  correspondientes. Por algún extraño motivo copiaron mal mi registro. Las facturas no llegan al SAT.

¿Casual? ¡Mmmmm!

Llamé a Atención a Clientes de AT&T para corregirlo. Me dijeron que  no se podía hacer por teléfono. Que tenía que llevar físicamente el RFC para realizar la corrección. Lo hice. Fui a la sucursal en avenida Patriotismo. Me atendió Christian. Le mostré el registro. De nada sirvió. Me salió con que tenía que llevar ¡la hoja de situación fiscal!

No lo podía creer. Nunca me dijeron de ese requisito en Atención a Clientes. Me pareció una estrategia para que no realizar la modificación. Dos errores en mi registro. ¿Sospechoso, no? ¿Cuántos más estarán como yo?

Insistí en corregir el error. “Le digo a mi jefa a ver si autoriza”, respondió Christian. Llegó la jefa. Sara Valero. No hubo forma. Ni la advertencia de que lo haría público le hizo cambiar de opinión. Sigo sin facturas.

La segunda es la de siempre. Cobros excesivos. Pago dos líneas. La mía y la de mi hija. ¿Renta mensual contratada? 999 pesos cada una. 1,998 pesos en total. ¿Recibo de enero? 4 mil 349.81 pesos.

Quise saber las razones del estratosférico precio.

Hubo consumos extra por 1,726 pesos y 300 más por “servicios adicionales en la línea.” El resto viene como “Consumos del Periodo” (adicionales a la renta). “Es internet”, repiten. ¿Pero qué? ¿Por qué?

No explican a detalle.

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