‘Zetas’ manejan el Cereso de Pachuca con aval de autoridades: internos

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Internos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de esta ciudad denunciaron ser víctimas de corrupción del director del penal, Víctor Hugo Lara Arias, y del jefe de seguridad, Juan Antonio Bautista Lara.

Los convictos demandaron la intervención del secretario de Seguridad Pública de Hidalgo, Mauricio Delmar Saavedra, y del gobernador Omar Fayad Meneses. “Ellos han pedido que se denuncien estos actos, por lo que solicitamos su apoyo”, manifestó Roberto “N”, uno de los afectados. “Sabemos que es cosa del director y lo hace a espaldas del mandatario”, agregó.

En una denuncia que la esposa de uno de los reos interpuso ante la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo y en cartas enviadas a La Jornada se acusa a ambos funcionarios de haber designado como jefes de galeras a integrantes de Los Zetas, quienes venden droga y extorsionan tanto a presos como a familiares.

Esta situación, según los convictos, puede provocar un enfrentamiento similar al suscitado el 30 de agosto de 2012 entre las tres bandas delictivas que operan en el reclusorio: Los Zetas, Los Guerreros, grupo integrado por delincuentes del orden común originarios de Hidalgo, y Los Chilangos, provenientes del estado de México y la Ciudad de México.

Venta de espacios y cobro de cuotas

En las misivas, los internos aseguran que por instrucciones de Lara Arias reclusos vinculados con Los Zetas fueron trasladados del Cereso de La Lima, municipio de Jaltocán, en la Huasteca Hidalguense, al de Pachuca, donde fueron nombrados encargados de galeras.

Afirman que estos sujetos venden espacios en las celdas y exigen dinero para no obligarlos a hacer fajina o trabajo forzado.

Detallan que por tener derecho a un cuarto de dos por dos metros se exige a los presos de nuevo ingreso entre 10 mil y 15 mil pesos con baño compartido.

Las celdas o cuartos de seis por seis metros con baño propio, lavabo, agua caliente y calentador son vendidos en 50 mil pesos.

El impuesto que los “jefes o comandantes de galera imponen por introducir algún electrodoméstico como pantallas, refrigeradores o radios es de entre mil 500 y 2 mil pesos”.

Para no hacer fajina en el basurero del penal –sin guantes, tapabocas ni otras protecciones– el cobro es de entre 20 mil y 30 mil pesos según las posibilidades del reo.

El diciembre pasado, como regalo de fin de año los jefes de galera cobraron 300 pesos a cada preso para la compra de pintura y materiales de remodelación de los dormitorios, pese a que son proporcionados por las autoridades de seguridad pública.

Los jefes de galera cobraron además 500 pesos a cada recluso para permitir la entrada de sus hijos los días 24 y 31 de diciembre.

Un antecedente de estos abusos es la denuncia 12 -2019-17794 promovida ante el agente del Ministerio Público orientador Emilio Prieto Pérez, adscrito a seguridad pública municipal de Pachuca el 29 de diciembre.

La querella fue presentada por la esposa de un interno identificado con las iniciales CILT, quien se encuentra en el Cereso acusado de robo y asalto.

La mujer acusa a Juan Antonio Bautista Lara (a quien nombra Juan Lara Bautista), jefe de seguridad del penal, y a un reo al que identificó como Adalberto Rivera Morales, de haber amenazado a su esposo con sacarlo de la celda porque la habían vendido a otro interno.

Según la denunciante, el 8 de diciembre fue al reclusorio a visitar a CILT quien le comentó que el comandante Juan Lara y Adalberto Rivera lo amenazaron con sacarlo por la fuerza de la celda, ubicada en la galera 9 de sentenciados, por no dar cooperación.

Sin embargo, después le dijeron que el motivo era que otro interno, Alejandro Villa Magdaleno, había comprado toda la galera.

Relató que su pareja se negó a dejar su celda, porque cuando ingresó a la penitenciaría, pagó al comandante Juan Lara 12 mil pesos por un cuarto individual.

Por negarse a dejar la celda, CILT fue primero enviado a un área de castigo donde, de acuerdo con la denunciante, enviaron a otro interno con la intención de lesionarlo con un arma blanca.

Después recluyeron a su esposo en el edificio central conocido como El elefante, galera donde los internos están revueltos; ahí le robaron sus pertenencias y 15 mil pesos que tenía en su celda de la galera 9.

A raíz de la denuncia, Adalberto Rivera Morales fue destituido como encargado de galera, pero Juan Antonio Bautista Lara sigue como jefe de seguridad.

En una carta enviada a La Jornada, los internos afectados piden que Los Zetas sean reubicados en cárceles federales, ya que además de vender drogas, roban y extorsionan.

En la carta manuscrita, con fecha 14 de diciembre de 2019, y que en el primer párrafo dice : ¡Un grito de auxilio!, se informa sobre una presunta agresión contra el reo Luis Barrera Galindo en la galera 6 de procesados “por un grupo de internos al mando de Sebastián Godínez, El Chino; Juan Carlos, La Bola, y César Ulises, El Juárez, quienes le causaron lesiones en un pómulo.

Según los compañeros del preso agredido, éste se negó a pagar 25 mil pesos por dejarlo deambular en la cárcel.

En la carta se revela también que al convicto Juan Amado Porras Cerda, acusado de delincuencia organizada, las autoridades del Cereso de Pachuca lo nombraron jefe de estafetas, labor por la que recibe mil 200 pesos diarios.

El 19 de diciembre el reo Javier Morales Rafael, El Colitas, integrante de Los Guerreros, fue herido con puntas de metal por tres integrantes de Los Zetas cuyos dormitorios se ubican en la galera 8 de procesados por no aceptar vender droga.

Los agresores, identificados como El Chabelo, El Fernando y Eduardo o Lalo Rex, presuntos miembros de Los Zetas, fueron trasladados a otras prisiones. El comandante Juan Santana, jefe de la galera 8, permaneció en su puesto sin recibir sanción alguna.

En este contexto, los reos que sufren los abusos han advertido que se podría generar un enfrentamiento entre grupos delictivos. “Muchos no pertenecemos a ninguna de las bandas, pero sí somos objeto de extorsiones, principalmente de Los Zetas, que no deberían estar aquí”, comentó otro de los prisioneros.

Los denunciantes proporcionaron una lista de quienes presuntamente controlan el reclusorio, entre ellos Juan Santana, considerado líder de Los Zetas y jefe de la galera 8 de procesados.

Otros supuestos zetas que mantienen el control de los espacios carcelarios son Juan Parra, El Parra; Marco Padilla, El Gringo; Majat Quesada; Anselmo Hernández, El Pinto; Juan Santana, El Güero; Juan Carlos López, Comandante Sapo; José Leonor Rodríguez, La Loba; Francisco Javier Gracia, La Gallinota, y Adalberto Rivera

Las carencias en el penal son aprovechadas por los jefes de galera para obtener más dinero. Ante la falta de agua, piden a los reclusos 25 pesos dos veces por semana para la compra de pipas. El Cereso de Pachuca tiene capacidad para mil internos y alberga a mil 860.

FUENTE ; NOTIMEX, ENLACE INFORMATIVO 07-01-2020

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