Yuki Tsunoda devolverá a la pista al mítico RA272 en el Gran Premio de México

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  • Sesenta años después, el eco de un rugido legendario volverá a escucharse en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
  • Mañana domingo, durante el Gran Premio de México de Fórmula 1, Yuki Tsunoda —piloto de Oracle Red Bull Racing— tomará el volante del Honda RA272, el auto que marcó el primer triunfo de Honda en la máxima categoría del automovilismo.
  • Una vuelta al pasado, al lugar donde todo comenzó, pero también una mirada al futuro de la marca que hizo de los sueños un motor.

Era 1965, y el mundo de la Fórmula 1 aún no conocía la precisión japonesa. En aquel entonces, un pequeño equipo de ingenieros de Honda desafió las probabilidades. Con un motor V12 de 1.5 litros, una carrocería blanca que portaba la bandera del sol naciente y la determinación de un fabricante que apenas daba sus primeros pasos, el RA272 se enfrentó a gigantes europeos. Ese 24 de octubre, con Richie Ginther al volante, Honda se convirtió en el primer constructor japonés en ganar una carrera de Fórmula 1. Lo hizo precisamente aquí, en México.

Sesenta años después, la historia se repite, pero con un nuevo protagonista: Yuki Tsunoda, un joven japonés que creció admirando los logros de Honda, y que ahora se prepara para escribir su propio capítulo en ese mismo escenario.

“Es un honor conducir el RA272 en el lugar donde Honda logró su primera victoria. Es una experiencia profundamente emotiva. Con la historia de retos de Honda en mi corazón, quiero ofrecer a los aficionados una conducción que transmita sueños y pasión”, expresó Tsunoda, visiblemente emocionado.

El RA272 que correrá en esta exhibición ha sido cuidadosamente restaurado por los ingenieros de Honda Racing, que lo sacaron de su descanso en el Honda Collection Hall en Japón para darle nueva vida. Cada tornillo, cada fibra de su chasis y cada curva del motor fueron revisados con precisión artesanal, en un acto de respeto hacia el vehículo que dio inicio a la leyenda.

“Es un gran placer que el RA272 vuelva a correr en México, el mismo lugar donde Honda logró su primera victoria hace 60 años. Que Tsunoda, un piloto japonés, conduzca este auto histórico tiene un profundo significado”, comentó Koji Watanabe, presidente de HRC. “Es una oportunidad para reflexionar sobre nuestra historia y compartir sueños y esperanzas para el futuro”.

Una historia de velocidad y espíritu

Desde aquel triunfo en 1965, Honda ha sido sinónimo de innovación, audacia y perseverancia. En los años 80, su nombre se unió a los de Williams y McLaren, dando origen a una de las eras más dominantes de la F1. Con Ayrton Senna, Alain Prost y Nigel Mansell, los motores Honda rugieron hacia la gloria, conquistando campeonatos de pilotos y constructores de manera consecutiva.

Después vinieron los altibajos, los regresos, los desafíos. Honda volvió como proveedor de motores en 2015, y en 2021 alcanzó nuevamente la cima de la F1 de la mano de Max Verstappen y Red Bull Racing. Cuatro títulos consecutivos después, la marca se prepara para una nueva etapa: su regreso en 2026 como socio oficial del Aston Martin F1 Team, una alianza que promete encender otra era de innovación.

El legado continúa

La exhibición en México es más que una demostración; es una carta de amor al espíritu que ha movido a Honda durante seis décadas. Este 2025, la marca celebra su aniversario con una serie de homenajes alrededor del mundo: desde la demostración del Williams Honda FW11 en el Festival de la Velocidad de Goodwood y la Semana del Automóvil de Monterey, hasta el lanzamiento de una colección de ropa y artículos inspirados en el RA272, pensada para los aficionados que sienten el pulso de la historia en cada carrera.

En el corazón del Autódromo Hermanos Rodríguez, el domingo, el aire se llenará otra vez del sonido inconfundible del V12 del RA272. Será más que un espectáculo: será una conversación entre generaciones. Un tributo a los ingenieros que soñaron con vencer lo imposible, y a los pilotos que lo lograron.

El pasado y el presente se encontrarán en la pista.
Y cuando el RA272 cruce la recta principal, el rugido del motor no solo hablará de historia, sino de algo mucho más poderoso: el sueño que nunca deja de avanzar.

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