Gracias a unas imágenes capturadas por el Telescopio Espacial Hubble de dos galaxias que colisionaron hace 500 millones de años, se ha descubierto que la Vía Láctea está condenada a estrellarse contra la Galaxia Andrómeda dentro de unos cuantos miles de millones de años.
“A pesar de que se asemeja a una rosa pacífica arremolinándose en la oscuridad del cosmos, NGC 3256 es en realidad el lugar de un choque violento. Esta galaxia distorsionada es la reliquia de una colisión entre dos galaxias espirales”, ha declarado la Agencia Espacial Europea.
“Todavía tiene las marcas de sus colas grumosas que se extiende fuera de la galaxia, que se cree que se formó hace 500 millones de años durante el encuentro inicial entre las dos galaxias, que hoy forman NGC 3256. Estas colas están tachadas con jóvenes estrellas azules, que nacieron en la colisión frenética pero fértil de gas y polvo”, agregó la Agencia.
Tal y como recoge Metro, próximamente nacerá Milkomeda, una nueva galaxia que aparecerá cuando Andrómeda se introduzca en la Vía Láctea. No obstante, este suceso tendrá lugar dentro de cuatro mil millones de años.
Según declaran los expertos, por entonces el sol habrá aumentado su tamañoconsiderablemente y no habrá agua en la tierra, por lo que los humanos no sobreviviremos para ver el nacimiento de esta nueva galaxia.