Templo Mayor, Reforma

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En los pasillos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento se comenta que los reclamos de Claudia Sheinbaum sobre la falta de transparencia en el manejo de la nómina capitalina tienen destinatario con nombre y apellido.
En concreto se refieren a Miguel Ángel Vázquez, el actual coordinador del gabinete de José Ramón Amieva y quien era todopoderoso subsecretario de Capital Humano. Desde esa posición inventada por él mismo, manejaba con total discreción todo lo relativo a plazas en las dependencias de tooodo el gobierno de la Ciudad de México y no sólo de la Secretaría de Finanzas a la que estaba adscrito.
Quienes saben cómo está ese enjuague dicen que Vázquez seguramente podría contar muchas cosas de las que le preocupan a Sheinbaum como el reparto de plazas por cuotas y no por mérito y, sobre todo, la basificación de trabajadores con fines meramente electorales.
Lástima que el funcionario, pese a haber sido invitado, no se ha aparecido en las reuniones de trabajo para la transición, pues tendría mucho que explicar.

Cuentan que la llegada de Héctor Gutiérrez de la Garza a la Secretaría de Organización del PRI no es mera casualidad.
Quienes saben leer los designios tricolores dicen que el nombramiento del regiomontano es el regreso a la primera línea de Manlio Fabio Beltrones, de quien es muy cercano Gutiérrez.
Inclusive, dicen, si sigue la limpia de los elementos que condujeron a la catástrofe al PRI -remember Enrique Ochoa?-, Rubén Moreira podría dejar la Secretaría General y su lugar lo tendría que ocupar, ¡adivinen!, el secretario de Organización.

Más que un reto, la Coparmex y las agrupaciones de la sociedad civil que pugnan por un fiscal independiente le pusieron un puente de acercamiento a Andrés Manuel López Obrador.
Habrá que ver si el tabasqueño acepta cruzarlo.
Y es que la solución que le ofrecen para el diferendo sobre la designación no podría ser más salomónica: que se nombre un “fiscal de transición” para el periodo 2018-2021. Así, AMLO podrá decidir el nombramiento, a cambio de aceptar que se modifique la Constitución para que el siguiente fiscal sea una persona auténticamente independiente.
Aquí se verá si López Obrador realmente está abierto al diálogo con la sociedad… o sólo con su dedito.

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