TEMPLO MAYOR Reforma

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En el Instituto Nacional Electoral se están tomando con demasiaaada calma el caso del sospechoso fideicomiso de Morena que supuestamente era para los damnificados del sismo.

Hoy la Comisión de Fiscalización analizará cómo fue que millones de pesos fueron a dar a manos de militantes y no de damnificados. Lo extraño es que, pese a su importancia, todo indica que no se tomarán acciones antes de la jornada electoral.

Vaya ni siquiera se quiere llevar el tema ante el pleno del INE antes de la elección del domingo. Por alguna extraña razón, el consejero Ciro Murayama quiere guardar el caso hasta ya bien entrado julio y, si se puede, patear el bote hasta agosto.

Ante este deliberado tortuguismo de la autoridad electoral, más de uno se pregunta si es por puritita prudencia o si algunos de los consejeros electorales, en realidad, lo único que buscan es no incomodar a quién está punteando en las encuestas.

Mientras algunos se siguen tronando los dedos por la elección presidencial, los inversionistas se están tomando las cosas con mucha tranquilidad. Nomás hay que ver cómo las acciones de empresas mexicanas no han dejado de subir en Wall Street.

Inclusive ayer el índice de la Bolsa Mexicana de Valores superó los 47 mil puntos y se encuentra en su mejor nivel de los últimos dos meses. Dicen los que saben que esto se debe a que los inversionistas ya “descontaron” la posibilidad de riesgo, o lo que es lo mismo: ya le perdieron el miedo a lo que viene.

Pero, bueno, tampoco es cosa de echar las campanas al vuelo, pues cuando se eligió a Felipe Calderón y a Enrique Peña Nieto, a diferencia de sexenios anteriores, los mercados también tuvieron un repunte. La caída vino después.

Ayer celebraron por adelantado el Independence Day en la embajada de Estados Unidos, pero los más festejados fueron Yeidckol Polevnsky y Héctor Vasconcelos, propuesto por AMLO como su supuesto canciller.

Ambos morenistas fueron los más solicitados por diplomáticos e invitados a la fiesta de la que fue anfitrión el encargado de negocios, William Duncan, quien se desempeña como embajador provisional desde que se fue Roberta Jacobson.

Ahí estuvo también Sergio Alcocer, por parte de José Antonio Meade, pero al ex subsecretario para América del Norte se le vio más solo que a un gringo en el Metro Pantitlán.

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