Skillet lleva el rock cristiano al Pepsi Center en su Revolution Tour 2025

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Vestidos de negro, con solo una pantalla de fondo y sin grandes adornos ni producción, los integrantes de Skillet salieron al escenario del Pepsi Center a las 7:10 de la noche para demostrar que el rock también puede ser un acto de fe.

El público, que desde temprano había hecho fila para entrar, los recibió con euforia y sorpresa por ser tan puntuales cuando sonaron los primeros acordes de Surviving the Game, tema con el que arrancó el Revolution Tour 2025.

Algunos fans intentaron ingresar peluches de Dr. Simi disfrazados de Batman o de Sonic, aunque fueron decomisados a la entrada. Pero ni eso detuvo el entusiasmo. Desde las primeras canciones: Feel Invincible, Rise y Awake and Alive, el público que coreaba cada palabra como si fuera una alabanza.

Tras nueve canciones, el vocalista John Cooper había hablado poco, más allá de pedir aplausos o energía. Pero después de Whispers in the Dark, se detuvo por fin a dirigir unas palabras a los asistentes:

“¡Los amamos! Creo que este es el público más loco para el que hemos tocado. ¿Cómo se sienten allá arriba? ¡Los amamos muchísimo! Gracias por venir. Es la primera vez que tocamos en esta hermosa ciudad y quiero que sea una noche especial. ¿Está bien si tocamos mucha música esta noche?”, dijo entre risas, antes de presentar Lions.

“Jesucristo es mi héroe número uno”: el mensaje de John Cooper en México

Antes de esa canción, Cooper tomó un tono más reflexivo y compartió con los asistentes un mensaje que definió el espíritu de la banda:

“En todo el mundo, la música une a las personas. La música ayuda cuando alguien está sufriendo, cuando pasa por depresión o por momentos difíciles. Por eso estoy tan feliz de estar aquí esta noche, tocando por primera vez para todos ustedes.”

El público respondió con una ovación cálida. Y fue entonces cuando el líder de Skillet reveló la raíz de esa esperanza que tantas veces canta:

“También me gusta tocar música porque puedo hablarle a la gente de la persona que me dio esperanza cuando ya no tenía ninguna. Y ese es mi héroe número uno: Jesucristo.”

Con un “¡Gracias!” dicho en español, Cooper conquistó a una audiencia que a esas alturas ya no veía solo a una banda, sino a una comunidad. La escena se volvió casi espiritual durante Never Surrender, cuando cientos de luces de celulares iluminaron la sala como si fueran velas modernas.

Mientras Korey Cooper abandonaba brevemente los teclados para tocar la guitarra junto a su esposo, Jen Ledger y Seth Morrison mantenían el pulso firme de un sonido que combinaba la furia del metal con la devoción del gospel.

Una revolución pacífica
El repertorio fue un repaso por los himnos que han hecho de Skillet una de las bandas más influyentes del rock cristiano. Awake and Alive, Hero, Legendary y Not Gonna Die fueron las más esperadas, pero el clímax llegó con Monster, su tema más emblemático.

“¿Alguien aquí se siente como un monstruo?”, gritó John Cooper antes de que el Pepsi Center explotara entre saltos, gritos y manos al aire.

El reloj marcaba las 8:22 cuando la banda se despidió entre coros de “oe, oe, oe, Skillet”. Sin embargo, el público no se movió hasta que regresaron al escenario para cerrar con The Resistance.

“Muchas gracias por hacernos sentir tan bienvenidos. Los amamos, Ciudad de México. ¡Nos vemos pronto!”, dijo el cantante antes de despedirse con otro “¡Gracias!” en español.

Con más de 22 millones de discos vendidos, nominaciones al Grammy y un lugar asegurado tanto en la escena del rock alternativo como en la música cristiana, Skillet demostró que su revolución no es solo sonora, sino espiritual.

Su paso por el Pepsi Center de apenas una hora y media bastó para encender a los fans mexicanos que llevaban muchos años esperando que la banda pisara por primera vez nuestro país.

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