El bloqueo político que arrastraba Bulgaria tras 5 elecciones generales en 2 años se ha resuelto hoy, en principio, con la investidura por parte del Parlamento de un Gobierno en el que un nuevo partido europeísta y uno conservador-populista se irán turnando cada 9 meses para ocupar el cargo de primer ministro.
El nuevo Gobierno ha recibido el visto bueno del Legislativo salido de las elecciones del pasado abril, las quintas en 2 años en los que hubo 12 intentos fallidos de constituir un Ejecutivo, debido a la fragmentación y el enfrentamiento entre las diferentes fuerzas por temas relacionados con la invasión rusa de Ucrania y la corrupción.
El desbloqueo fue posible gracias a un acuerdo para gobernar entre los 2 mayores grupos antagónicos en el Parlamento: la coalición reformista y europeísta “Continuamos con el Cambio-Bulgaria Democrática” (PP-BD) y el partido GERB del exprimer ministro, Boiko Borisov, que había dominado la política nacional la última década.
Los líderes de las 2 formaciones insisten en que no se trata de una coalición y que el acuerdo es sólo el mejor posible y responde a la necesidad de un “comportamiento responsable”.
Si bien el GERB ganó las elecciones de abril, será Nikolay Denkov, del PP-BD el primero en encabezar el Gobierno durante 9 meses, tras los que será sustituido por la excomisaria europea Mariya Gabriel, del GERB, que ocupará ahora la cartera de Exteriores.
Ambas formaciones justifican este pacto en la necesidad de conseguir prioridades como la entrada en el espacio Schengen y en la eurozona, además de una reforma judicial y enmiendas a la Constitución.
La tarea más inminente de Bulgaria, sin embargo, es la aprobación para 2023 de un presupuesto que mantenga el déficit público bajo el 3%, una condición para adoptar el euro, declaró hoy Asen Vasilev, el nuevo ministro de Finanzas.
Según los analistas, la nueva coalición, que tiene una mayoría de 132 de los 240 escaños, posee el potencial para cumplir con esas prioridades, aunque pagará cierto precio por ello y sufrirá algunos daños.
“El descontento entre los electores de GERB y de PP-BD ante esta colaboración entre 2 rivales irreconciliables, que no ocultan que no tienen confianza mutua, podría resultar en el auge del apoyo a partidos ultras, como el (ultranacionalista pro ruso) Vazrazhdane”, afirmó a EFE el politólogo Dimitar Mitev.
Esa formación, tercera en el Parlamento, defiende la salida de la OTAN y de la UE y apoya abiertamente a Rusia en su agresión contra Ucrania.
El presidente, Rumen Radev, considerado prorruso y opuesto a brindar ayuda a Ucrania, ha criticado el acuerdo de Gobierno, asegurando que espera que los 2 partidos “no traicionen los intereses nacionales como los líderes de la nueva coalición traicionaron la confianza de sus votantes”.
Radev ha estado gobernando el país desde 2021 a través de gobiernos interinos designados y controlados por él.
Bulgaria es el país más pobre y corrupto de la Unión Europea y su situación se acentuó desde la invasión rusa a Ucrania y la inestabilidad geopolítica que ello acarreó.
Con información e imagen de EFE
