Médicos especialistas destacaron que la Enfermedad Renal Crónica es un importante problema de salud pública cuya tasa de mortalidad se incrementa cada año.
Estimaciones de la Secretaría de Salud, afecta al 12% de la población mexicana y es considerada una enfermedad catastrófica por el impacto que tiene en los pacientes y sus familias.
La Enfermedad Renal crónica está directamente relacionada con la presencia de enfermedades cardiovasculares como la insuficiencia cardiaca y trastornos metabólicos como la diabetes tipo 2, padecimientos con una alta incidencia en el país y principales desencadenantes del deterioro de la función renal.
Ante la problemática la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), aprobó el uso del inhibidor del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2) de Boehringer Ingelheim para el tratamiento de la Enfermedad Renal Crónica .
La nueva indicación otorgada a este innovador tratamiento tiene el potencial de modificar el pronóstico de salud en 13 millones de mexicanos que se estima viven con el padecimiento, al demostrar una reducción significativa en el riesgo de progresión del daño renal y muerte cardiovascular de acuerdo con los resultados obtenidos en el ensayo fase III EMPA-KIDNEY, que incluyó a 6 mil 609 adultos con ERC con una amplia variedad de causas subyacentes y comorbilidades, expuso la Dra. Guillermina Muñoz, Directora Médica de Boehringer Ingelheim México, Centroamérica y El Caribe.
Además de estos hallazgos, el ensayo EMPA-KIDNEY demostró una importante reducción en el riesgo de la primera hospitalización y de hospitalizaciones recurrentes por ERC, lo cual representa un impacto positivo para la calidad de vida de los pacientes y contribuye a aliviar la carga económica al sistema de salud [x], agregó.
El Dr. José Ricardo Correa Rotter, médico adscrito al Departamento de Nefrología y Metabolismo Mineral del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, informó que la ERC afecta a más de 700 millones de personas a nivel mundial, posicionándose como la 7º causa de mortalidad a nivel global. Esta enfermedad -explicó- se caracteriza por un deterioro progresivo de la función renal que en etapas avanzadas puede dar lugar a complicaciones cardiovasculares graves e insuficiencia renal, condición altamente incapacitante donde el paciente requiere de diálisis o trasplante de riñón para sobrevivir.
Por su parte, la Dra. Arias Mendoza destacó que la integración de esta terapia en el tratamiento del CRM proporciona un enfoque innovador que de manera simultánea facilita el control de los riesgos amplificados por la interrelación de las afecciones cardiovasculares, renales y metabólicas, reestableciendo su equilibrio y retrasando la presencia de complicaciones.