Genetistas rusos han determinado que la polémica momia de cabeza alargada y tres dedos en manos y pies, hallada en una tumba cerca de las líneas de Nazca (Perú) en 2017, es humanoide, con 23 cromosomas.
Los expertos examinan muestras extraídas a la momia en Rusia para intentar descifrar su genoma. Según un análisis preliminar, la momia, llamada María, data del siglo V d. C., aproximadamente un milenio antes del descubrimiento de América. El análisis también encontró que María “es un ser humanoide, lo que significa que también tiene 23 pares de cromosomas como nosotros”.
“En este momento estamos haciendo un análisis detallado para ver si la forma de la posición de todos los cromosomas, de todos los aminoácidos, coincide con la nuestra”, dijo Konstantin Korotkov, profesor de la Universidad Nacional de Investigación de Rusia.
La estructura de las costillas de la momia es muy diferente a la de un ser humano. Con forma de quilla en su parte superior, la caja torácica consiste en un puñado de costillas semicirculares. Su forma inusual ha ayudado a los científicos a estudiar cuidadosamente los órganos internos de la momia.
“Vemos claramente los contornos de la tráquea y los bronquios, del corazón y sus cámaras, incluso podemos ver la forma de las válvulas. También podemos ver con bastante claridad los contornos del diafragma, el hígado y el bazo”, dijo la radiólogo Natalia Zaloznaya.
Los científicos incluso han logrado descubrir que el polvo blanco usado para momificarla es el cloruro de cadmio, un químico cuyo efecto antibacteriano ha mantenido a María preservada.
Hallazgo controvertido
El hallazgo de esta momia en 2017 estuvo rodeado de polémica sobre su verosimilitud. El Ministerio de Cultura de Perú dijo que desconocía la ubicación exacta de los hallazgos ni su composición, y que era “altamente probable que no sean (momias) prehispánicas, sino producto de una compostura actual”, según peru21.
Además de María, los científicos de San Petersburgo también han estado analizando el genoma de otra momia encontrada en Perú. Mientras María era una mujer adulta, la otra, Vavita, tenía nueve meses cuando murió. Los investigadores piensan que ambas pudieron haber sido madre e hija.
Konstantin Korotkov dijo que sus colegas peruanos le habían mostrado cuatro momias más, de 70 centímetros cada una, a las que llamaron “Verdants”. Por alguna extraña razón, un análisis de datación de carbono realizado en Estados Unidos determinó que tenían 6.500 años, mientras que otro dijo que murió hace unos 4.000 años, informa sputniknews.com.
“Cada una de las pequeñas momias tiene dos brazos, dos piernas, una cabeza, un par de ojos y una boca. Las exploraciones tomográficas revelan sus esqueletos. El tejido tiene una naturaleza biológica y su composición química indica que son humanos. Su ADN presenta 23 pares de cromosomas, al igual que nosotros. Los cuatro son hombres, cada uno con un cromosoma Y.Parecen humanos, pero no lo son. Su estructura anatómica es diferente”, explicó Korotkov.
Agregó que los machos de 70cm tienen tres dedos y sus cráneos son alargados en la parte posterior de la cabeza. Falta la cavidad nasal y los arcos superciliares no son pronunciados.
“Lo más sorprendente es que las cavidades de la boca están allí, pero las mandíbulas inferiores no son flexibles y presentan un solo conjunto con el resto del cráneo”. Cuando se le preguntó quiénes eran realmente estos “hombres pequeños”, Korotkov dijo que era difícil de decir. “En cuanto a las criaturas de 70 cm, no estoy seguro, pero María y Vavita podrían haber sido representantes de una raza determinada que posiblemente haya alcanzado una etapa avanzada mucho antes que nosotros tal vez miles de años antes”.
Agregó que todos estos miembros de esa raza avanzada probablemente habían perecido como resultado de una gran inundación o de un impacto de un cometa.
“Un puñado de aquellos que sobrevivieron conocieron tribus salvajes de hombres prehistóricos y les enseñaron artesanías y agricultura. Se aparearon con mujeres locales. Tenían tres dedos y esta característica genética podría hacerse evidente en las generaciones futuras”, continuó Korotkov.
No descartó que podrían haber vivido separados del resto y reproducirse unos con otros lo que resulta en una degeneración genética, como los tres dedos anormalmente largos. “Por cierto, se pueden ver criaturas de tres dedos en los dibujos petroglíficos encontrados en Perú”, señaló Korotkov.