*I. Aterrizaje. Forzoso o no, el TLCAN debe pisar tierra firme. Y en agosto quedará renegociado. Ildefonso Guajardo, secretario de Economía de México, mantuvo conversaciones “muy positivas” y “constructivas” con Robert Lighthizer, el representante comercial de Estados Unidos. Guajardo dijo que acordaron trabajar para alcanzar lo más pronto posible las mejores condiciones para la región y para avanzar y lograr un acuerdo los primeros días de agosto, aunque reiteró que ello depende de tener las “flexibilidades necesarias” de las partes. Al equipo negociador se integró Jesús Seade, el representante del ganador de los comicios presidenciales de México en julio, Andrés Manuel López Obrador, quien asumirá la presidencia el 1 de diciembre. Para entonces estará la mesa puesta.
*II. Gran noticia. Así recibieron en el país la designación de Juan Ramón de la Fuente como embajador de México ante la ONU; ahora sólo falta que el Senado ratifique su nombramiento. Sin duda, hará un papel valioso. Fue bien vista su incorporación a la reconstrucción del país. Humanismo e inteligencia; una atinada elección. El doctor De la Fuente, exrector de la UNAM, siempre ha sido un funcionario de primera en los encargos que ha tenido como servidor público. Y como es época de buenos deseos, ahora esperemos, dicen en las redes sociales, que también se confirme próximamente la designación del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas al frente de Pemex. Este cambio viene repleto de emociones.
*III. Sacudida con precaución. Mediante una carta dirigida a la próxima jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, la Barra Mexicana del Colegio de Abogados expresó su inconformidad sobre la propuesta de suprimir la Secretaría del Trabajo y adherirla a la Secretaría de Desarrollo Económico. El grupo de abogados le solicita reflexionar. “Suprimir la secretaría del ramo y ubicar ese quehacer político en la Secretaría de Economía, relegándola a un área carente de sentido social y conjuntándola con las funciones de orden esencialmente económico reduce la función gubernamental en área tan importante”, se lee en el documento. Muchas áreas están nerviosas. Si pueden demostrar su efectividad y buen funcionamiento, tendrán argumentos. Pero si no…
*IV. Responsables. México es el único país del G-20 que logró una proyección a la baja de su deuda, en comparación con su economía, afirmó Eduardo Sánchez Hernández, vocero de la Presidencia de la República. “La deuda total ha pasado de representar 48.7 por ciento del PIB, hace tres años, a un nivel de 42.4 por ciento de este año, es decir, ha habido una notable reducción”. El funcionario rechazó que el gobierno federal, como se rumora, haya adquirido nueva deuda, sino que se realizó un registro ante la Comisión de Valores de Estados Unidos, lo que no implica más gasto o compromisos. Cuentas claras, amistades largas, decía la abuela.
*V. La batalla. Suena fácil, pero vencer a la corrupción es una lucha íntima en la que, hasta ahora, el gran cáncer de nuestro país va venciendo. Funcionarios de los tres niveles de gobierno, jueces, magistrados, policías, legisladores y una gran parte de los mexicanos están involucrados en historias de corrupción. Abatirla será la gran hazaña de la reconstrucción. En una nación en donde la mayoría trabaja honradamente, la desgracia es una minoría que lucra a la mala y donde lo que impera es, además, la impunidad. Pero si vivimos en una sociedad en la que los diputados amañan sus declaraciones 3de3, ¿de quién tomaremos el ejemplo? Sólo 51 de los 500 nuevos diputados presentaron su #3de3 y muchos con información desactualizada. De ese tamaño es la batalla.
