Frentes Políticos, Excélsior

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I. Caballerosidad. Analistas internacionales observan, y no están muy equivocados, que Andrés Manuel López Obrador ha rendido más conferencias de prensa en estos seis días que muchos políticos actuales en todo el sexenio. Convertido en la celebridad del momento, el futuro dirigente del país anunció que, una vez recibida su constancia que lo acredite como Presidente electo, se reunirá con Ricardo Anaya y con José Antonio Meade, como parte de su estrategia de reconciliación nacional y a quienes, dijo, les agradecerá por no haberse “pasado de lanza” durante la campaña electoral. Oportunidad de oro porque, recuerden, quien se mueve, no sale en la foto.

II. Inercia. Hay un ánimo generalizado de cambio con el nuevo gobierno, aseguró Enrique Graue, rector de la Universida Nacional Autónoma de México, tras reunirse con Andrés Manuel López Obrador, candidato ganador de la elección presidencial. “México espera muchísimo de este gobierno y ahí hay un ánimo generalizado de cambio. Espero un México esforzado, honorable, trabajando por el desarrollo”, señaló. Graue no sólo acudió a felicitarlo, pues mucho más importante fue presentarle las propuestas de la máxima casa de estudios para el Plan Nacional de Desarrollo. La reconstrucción moral de este país necesita ciudadanos dispuestos a mejorar. Algo bueno viene, casi se puede palpar.

III. Calma. Hay que entender que los amagos de las campañas quedaron atrás. La próxima administración no se lanzará al vacío. Al término de la reunión con Andrés Manuel López Obrador, el gabinete de las secretarías del Trabajo, la Función Pública y Desarrollo Social anunció que el programa estrella de la Sedesol, Prospera, continuará, pero con un componente productivo; y la Reforma Educativa se eliminará para crearse una nueva ley, con mejores perspectivas aún. “Nunca vamos a proponer nada que afecte al pueblo. Vamos a convencer, no a imponer nada”, dijo López Obrador. Relájense. Vamos en el mismo barco, aunque a muchos les cueste trabajo entenderlo.

IV. Fracaso amarillo. El Partido de la Revolución Democrática le dijo adiós a la ciudad que algún día ayudó a delinear. Morena arrasó con la jefatura de Gobierno y once alcaldías. Ayer, Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno electa, dijo que visitará durante agosto a todos los damnificados de los sismos de septiembre del año pasado, a fin de escuchar sus necesidades y establecer un “verdadero plan de reconstrucción”. También recorrerá las 16 alcaldías para informar a la ciudadanía de los 100 compromisos de campaña que pondrá en marcha desde el 6 de diciembre. Demasiados gritos y sombrerazos en la campaña cederán su lugar a soluciones verdaderas. Este carro guinda va casi completo.

V. ¿Trump en luna de miel? Mark Feierstein, exasistente especial de Barack Obama, aseguró que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, apodó a Andrés Manuel López Obrador como “Juan Trump”. El también asesor principal de Albright Stonebridge Group escribió un artículo en el portal Americas Quarterly, donde afirma que Trump ve un poco de su ser renegado en el mexicano vencedor de la elección. En el texto titulado Por qué un AMLO pragmático podría estar aquí para quedarse el autor agregó que ni a Trump ni a su administración les preocupa la Presidencia del tabasqueño. ¿Y aun así hay quien teme por el futuro? No se vayan de México, se va a poner bueno.

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