El ‘Efecto Flynn’ es un fenómeno que marcó a la humanidad durante el siglo XX. Este indica que la humanidad tuvo un crecimiento exponencial de su coeficiente intelectual, especialmente después de la II Guerra Mundial. Sin embargo, hoy otro estudio refuta al Efecto Flynn, al menos en cierta parte.
Según el propio James Flynn, la inteligencia aumentada de la humanidad se ha debido a varios factores. Para él, influye en cómo las personas de hoy en día se adaptan a las nuevas dinámicas del mundo. Continúa diciendo que un individuo contemporáneo se vería como un superdotado en comparación a alguien de 1900. Probablemente porque tenga más educación, esté acostumbrado a nuevas tecnologías, y se dedique a un oficio que le exija cognitivamente. Por supuesto, agregándole mejores condiciones de nutrición en comparación a hace unos siglos.
Pues bien, el reciente estudio hecho por el Centro de Investigación Económica Ragnar Frisch en Noruega en Proceedings of the National Academy of Sciences da un interesante giro al respecto. En él dice que el crecimiento del coeficiente intelectual en general se estancó en los años 70. No solo eso, sino que se ha reducido gradualmente desde entonces.
¿Somos más tontos?
Para comprobar su hipótesis, los investigadores tomaron los datos de 730.000 exámenes de coeficiente intelectual. Estos fueron hechos por jóvenes noruegos que tenían entre 18 y 19 años como parte de su servicio militar obligatorio.
Los exámenes fueron tomados entre los años 1970 y 2009, lo que quiere decir casi cuatro décadas de datos. Efectivamente vieron que había un bajón en el CI en comparación a años anteriores. Se calcula que los sujetos que los completaron nacieron entre los años 1962 y 1991.
Los investigadores observaron caídas de cociente intelectual que ocurren dentro de familias reales, entre hermanos e hijos. Esto significa que el efecto probablemente no se deba a factores demográficos cambiantes como algunos han sugerido. En cambio, sugiere que las modificaciones en el estilo de vida podrían ser los que están detrás de estos coeficientes intelectuales más bajos. Probablemente es forma en que los niños son educados, la forma en que son criados y las cosas que gastan cada vez más (los tipos de juegos en los que participan, o que ya casi no lean libros, etc.).
Otra razón podría ser la manera en la que están enfocadas las pruebas de coeficiente intelectual. Estas podrían estar anticuadas a la forma en la que se aprende y a las necesidades del mundo en la actualidad. Por ejemplo, no toma en cuenta la Teoría de las Inteligencias Múltiples propuesta en 1983, que básicamente dice que hay distintas formas de valorar la inteligencia.
Puede que sea un caso aislado más (teniendo en cuenta la poca población de Noruega) y esto no signifique nada. O tal vez esto explique el por qué haya tanto adolescente realizando retos ridículos en internet por unos cuántos ‘likes’. De todas formas, esto plantea una discusión interesante que se debería replicar en otros países del mundo.
Fuente: fayerwayer, ENLACE INFORMATIVO, 22-06-18