Columnas Políticas, Pepe Grillo

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La Crónica

El pañuelo blanco

El presidente incursionó el fin de semana en terreno zapatista.

Estuvo en Guadalupe Tepeyac y Ocosingo, parajes donde el mando real lo tienen los encapuchados del EZLN, comenzando con Galeano, antes conocido como Marcos, de grado subcomandante, aunque jefe real.

Aprovechando el viaje, el mandatario quiso hacer una recomendación, fraterna, respetuosa: “que no nos peleemos”, dijo.

Y es que esos dos personajes, AMLO y Galeano, no se pueden ver ni en pintura. Puede ser un choque de egos descomunales o nada más visiones distintas del país y de cómo hacer cambios.

El Presidente quiere una tregua y por eso enarboló en las localidades zapatistas una bandera blanca.

Su temor es que el añejo desencuentro propicie que el EZLN promueva un boicot contra el Tren Maya, principal proyecto de infraestructura de la 4T.

El siguiente paso

El gobierno emprende la campaña nacional contra las adicciones.

Si no baja el consumo de drogas, no habrá paz.

Llegó el turno de los ciudadanos. Son ellos los que tienen que dar el siguiente paso.

No los adictos que ya no tienen margen de acción y requieren tratamiento. Los que tienen que dar el siguiente paso son los consumidores lúdicos que constituyen el motor del mercado.

La campaña es correcta y debe ser intensa. Lo que al final del día dará resultados es movilizar a los ciudadanos comunes y corrientes.

Si ellos no le bajan a su consumo las posibilidades de éxito son remotas.

La tregua

La ruta para resolver el problema de la Policía Federal pasa por un diálogo sin chantajes.

Es cierto. El diálogo tendría que haberse realizado hace meses, antes de tomar las decisiones, pero más vale tarde que nunca.

El diálogo debe realizarse sin que en las mañanas se cubra de críticas a la institución, y horas después se hagan comedidos llamados al diálogo con buena disposición.

No hay necesidad de triturar mediáticamente a la corporación. La PF va de salida, se diluye y la Guardia Nacional emerge, así lo decidió el gobierno.

Diversos voceros del oficialismo se han sumado a las descalificaciones. El caso más reciente es el de Mario Delgado quien habló de chantajes o indisciplina.

Mientras haya diálogo deberían cesar las descalificaciones. ¿Será demasiado demandar una tregua?

La confusión se expande

Llama la atención la multiplicación de malentendidos en un gobierno cuyo titular ofrece una larga conferencia de prensa todos los días.

Hay aspectos importantes que en lugar de esclarecerse se confunden más.

El tema de las medicinas, de su desabasto a causa de medidas extremas de austeridad, es un ejemplo.

El presidente López Obrador aseguró que esa versión son politiquerías y además dijo, a diferencia de otros programas, el de IMSS Bienestar se mantiene y de hecho se fortalecerá con más medicamentos y más médicos.

¿De dónde entonces salieron las versiones y las denuncias que por cientos han aparecido en las redes sociales?

Si no tienen fundamento ¿por qué esas versiones se han expandido?

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