La Crónica
El viejo cuento del complot
La versión oficial es que la rebelión de agentes de la Policía Federal no es fruto del descontento por el maltrato de que han sido objeto por parte de la 4T. La rebelión, sostiene la autoridad, es producto de un complot.
No es la primera vez que el grupo en el poder echa mano de esta figura, la del complot. Los errores políticos y administrativos cometidos en el proceso de desaparición de la PF y la creación de la Guardia Nacional no cuentan.
Lo que genera problemas, dijo el presidente, es una “mano negra” que podría ser, según identificaron Alfonso Durazo y Martí Batres, la de Felipe Calderón. El gobierno quiere revivir al expresidente y presentarlo como villano de moda.
También suponen filiación entre la cabeza de la Secretaria General de la PF y la familia Osorio Chong. Si lo de Felipe no prende, pues ahí está Miguel Ángel como plan B del complot.
Las tijeras electorales
Una nueva reforma electoral es inminente.
En el Senado ya se barajan, entre otras, iniciativas para reducir a la mitad las prerrogativas de los partidos políticos.
Los más interesados en el desarrollo de este proceso son, por razones naturales, los consejeros del Instituto Nacional Electoral.
En entrevista con Crónica, la consejera Pamela San Martín hizo notar que no hay claridad sobre lo que se está buscando con las modificaciones. ¿”Qué es lo que se busca corregir”?
Tal parece que el eje central es la austeridad, lo que conduce a la pregunta de dónde se deben realizar los ahorros sin poner en riesgo la credibilidad del instituto, que es su patrimonio más preciado
El círculo se cierra
Emilio Lozoya y su abogado Javier Coello tienen que atender un nuevo frente.
Tanto el ex director general de Pemex como el ex Fiscal de Hierro estaban concentrados en el caso de la empresa Agronitrogenados, buscando resquicios legales para escabullirse, cuando tocó a la puerta un invitado incómodo: la DEA. La agencia antinarcóticos de Estados Unidos envió al gobierno mexicano un oficio en el que informa que indaga a Lozoya por el delito de lavado de dinero, por lo que solicitan acceso a las cuentas bancarias del inculpado.
De modo que ya hay cargos concretos en Estados Unidos, lo que supone pésimas noticias para el ex funcionario federal.
El círculo se cierra en torno a Lozoya.
¿Un juez a modo?
El aeropuerto de Santa Lucía no estará listo en el 2021 como se había comprometido el gobierno, sino hasta un año después, en el 2022, por los amparos interpuestos en su contra.
Lo dijo el secretario Jiménez Espriú, quien reconoció afectaciones en el avance de la obra.
El presidente López Obrador calificó a los amparos como “sabotaje legal” y el titular de Comunicaciones adelantó que esperan emprender los trabajos a finales de este mes de julio.
Su optimismo se deriva de un hecho: El Consejo de la Judicatura Federal designó al juez Juan Carlos Guzmán, para concentrar y resolver todos los amparos que hay en contra del aeropuerto de Santa Lucía. Y resulta que el juez Guzmán es conocido por su posición a favor de que nada retrase el inicio de las obras.
