Carlos Marín
Milenio Diario
La resurrección de “niños fantasma”
El reportaje de mi compañero Alejandro Domínguez confirma lo que tanto se ha denunciado: las estancias infantiles (El asalto… del lunes) son un codiciado botín político y es puro cuento eso de “malos manejos, corrupción y niños fantasma” que ninguna de las autoridades implicadas ha demostrado.
Ariadna Montiel, subsecretaria federal de Bienestar, admitió el sábado reciente, (sin proponérselo, claro) la patraña de los “97 mil” menores aviadores pero inexistentes, al informar: “De las 97 mil madres de familia que no localizamos, se han presentado cinco mil y se les ha incorporado (con apoyo disminuido a la mitad y en efectivo), de tal manera que en eso no hay ningún problema. Ya son cuatro meses posteriores al censo y solamente hemos tenido ese número…”.
Lo que no aceptó es que las madres y padres no localizados por quienes levantaron el censo, muy probablemente se encontraban trabajando en el servicio doméstico, vendiendo chicles o garnachas en la calle (o cualquier otra modesta actividad), razón por la que habían hallado en las estancias un sitio seguro de encauzamiento preescolar para sus hijos.
Por el trabajo (MILENIO TV) de Alejandro se sabe ya que gente del Movimiento Nacional por la Esperanza que dice hablar por sus dirigentes René Bejarano y Dolores Padierna anda embaucando a operadoras de estancias con la oferta de un nuevo “pacto social” para que tengan apoyos gubernamentales que compensen y aun mejoren el que hoy se les escamotea.
Su meta para Michoacán (de donde proceden esas afirmaciones) es alzarse con adeptos en tres meses. En la grabación se escucha: “Iniciamos primero en el oriente del Estado de México y funcionó. En un promedio de tres meses se volvieron ya autosuficientes (las estancias infantiles): lograron bajar sus costos y llegar a unas metas más rentables. Con suficientes niños, niños más rentables. Menos niños, más para abajo. Esa es nuestra meta. Que en Michoacán, en tres meses, estemos siendo autosuficientes”.
A cambio, quienes han manejado esos establecimientos deben afiliarse al Movimiento afín a Morena y reclutar a más simpatizantes jodidos.
La perversidad tiene su ángulo de aparente buena onda: les dicen a sus prospectos que, si lo desean, pueden seguir con sus amparos, que seguramente los ganarán…, pero les hacen ver que, aún así, el Programa de Estancias Infantiles ya fue cancelado y no tendrán manera de recuperarlo.
Contextualiza el periodista: antes de ser subsecretaria de Bienestar, al integrarse Ariadna Montiel a la bancada de Morena en San Lázaro, reconoció que Bejarano era su amigo y que ella, en su carrera política, siempre ha estado cerca del ex líder de Izquierda Democrática en el PRD y actual dirigente del Movimiento Nacional por la Esperanza.
El ansia de militancia es obvio: para esta funcionaria, las estancias condenadas a muerte son dirigidas por “militantes o simpatizantes del Partido Acción Nacional…”.