Claudia Marcucetti escribe “Donde termina el mar”, un encuentro con su pasado

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Luego de 20 años sin comunicación, la escritora italo-mexicana Claudia Marcucetti recibió la llamada de su padre enfermo, este reencuentro, le permitió conocerlo mejor y dio como resultado la novela “Donde termina el mar”.

Protagonizado por “Aurelio Autieri” el libro del sello Planeta, comienza en la vejez de este hombre que fue un cazador de ballenas sin escrúpulos, que se rebela a la posibilidad de pasar sus últimos años en un asilo o recluido entre cuatro paredes cuando aún hay ciclos pendientes por cerrar.

“Es la historia de Aurelio, una persona independiente que vivió al máximo en su juventud y de repente se topa con la vejez así que inconscientemente busca motivos para vivir. Está inspirado en mi padre, estuve 20 años sin hablar con él”, reveló la autora.

En entrevista con Notimex, Claudia comentó que fue en 2007 cuando recibió aquella llamada desde Italia (desde los 13 años ella reside en México), “me dijo: ‘estoy en un hospital, me voy a morir y eres mi única hija’. Tomé un avión y fui a verlo”.

“Lo recogí en Italia, tenía las vértebras rotas, se había caído en su casa, se quedó casi 2 o 3 días sin moverse hasta que alguien lo escuchó. Supongo que fue muy difícil para él hacer esa llamada así que me siento feliz de haberlo reencontrado”.

Enfermo de cáncer, decidió traerlo a México. Tres años después murió de un choque hipoglucémico. “Era un hombre solo, abandonado a sí mismo. Esta novela es mi manera de tratar de entender ese tipo de hombres”.

“Fue un reencuentro con mi pasado y vida familiar, con mi país de origen, por ello intenté escribir en italiano, pero no fue fácil. Vi que tenía que hacer el camino dos veces, así que decidí cambiarla al español. La comencé a escribir en los días posteriores de su llamada”.

Fue en esos últimos años de vida de su padre, que Marcucetti lo conoció y, cada anécdota que le contó, se encuentra, fusionada ya con un poco de ficción, en “Donde termina el mar”.

“Gracias a esa llamada me reencontré con mi padre y descubrí a un personaje de novela. Tenía muchas cosas que contar y fui aprovechando algunos episodios de su vida, soy novelista así que transfiguré un poco la realidad, la diseccioné, la maquillé”.

Una vez que se hace consciente de que ya no es joven, “Autieri”, valiéndose de acciones más que dudosas, emprende un viaje que lo llevará de Italia a Miami, Florida, de la mano de su único hijo, “Antonio”, quien prácticamente resulta un desconocido. Conocerá también a “Sofía”, su nieta, una adolescente que es autodestructiva.

“Es el periplo de este hombre consumado, aventurero, que lo ha hecho todo en la vida: fue guerrillero, marinero, viajó de polizonte y de pronto es viejo. Hay que entender por qué fue de esa manera, atravesé un periplo personal también.

“La novela es un pastiche de esos puntos que mi padre me fue contando, por ejemplo, él solía presumir que le bajó una novia al Che Guevera en Argentina, así que ciertas escenas de su vida yo las fui uniendo y construyendo”.

El recorrido, en el libro, viene plasmado en el Mapa de la Eterna Juventud, el cual no es otro “la travesía que todos emprendemos de la búsqueda, algunos buscan el amor, otros riquezas, otros la fama, se busca a un hijo, el ser humano siempre está buscando algo”.

Al preguntarle si ella es “Antonio”, Claudia lo niega. “Si bien hay una inquietud personal yo no aparezco en la novela. Traté de separarme completamente”.

En el libro, “Aurelio” y “Sofía” emprenderán una aventura que los llevará a la inmensidad del mar y, curiosamente, al reconocimiento abuelo-nieta y a la certeza de que en la vida no tiene caso castigarte porque siempre estarán otros que ataquen y lastimen.

“Sofía” le mostrará así cómo la vejez puede ser la última oportunidad de redimir los propios errores. El descubrimiento quizá llegue tarde para la construcción de una relación cercana; sin embargo, sienta las bases para tener certidumbre en que a la vida debe plantársele cara a cara y entender las lecciones, con el aliciente adicional de que siempre es posible cambiar la realidad y buscar aquello que aporte felicidad, relata la sinopsis.

“Es una historia generacional entre padre en busca del hijo que de paso encuentra a una nieta. Hay un encuentro entre la juventud, la adolescencia y la vejez, que es una etapa terrible y maravillosa porque nos da la oportunidad para redimir errores”.

De esta manera Marcucetti Pascoli invita a explorar el alma hasta sus últimas consecuencias.

“La reflexión queda un poco en los símbolos, por ejemplo, el mar, símbolo de vida, movimiento, acción. Hay una parte que me gusta mucho donde el abuelo está en la playa y el hijo le dice ‘debes estar feliz’ y él responde, ‘odio la playa porque ahí es donde termina el mar’, algo contrario a lo que siente el hijo, que piensa que es donde comienza”.

FUENTE: NOTIMEX, ENLACE INFORMATIVO, 31-07-18.

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