CDMX insiste en recetar indiscriminadamente medicamentos desautorizados por la OMS contra Covid-19

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Con más de 45 mil 500 casos activos de Covid-19 en la Ciudad de México, en pleno tercer repunte de contagios, el gobierno local receta ivermectina a todas las personas que dan positivo en los módulos de pruebas rápidas gratuitas instalados en las alcaldías. Esto, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó su uso en marzo pasado, y a que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha insistido en que la ivermectina “no está aprobada para la prevención o tratamiento de Covid-19”.

Médicos alertan que el uso de ivermectina y azitromicina, fármacos surtidos en la Ciudad de México, podría provocar efectos adversos en personas con disfunciones hepáticas o del corazón. Critican que después de un año y medio de pandemia, tras comprobarse que estos dos medicamentos no sirven para tratar Covid-19, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México los recete sin conocer antecedentes médicos de los pacientes.

“Esto de sobreprescribir y que todo el mundo lleve una receta de por lo menos seis medicamentos de cajón es una aberración y solo sirve para complicar al paciente. Es absolutamente demostrable que todos los estudios que respaldaban el uso de ivermectina resultaron una charlatanería”, asegura Laurie Ann Ximenez-Fyvie, doctora en ciencias médicas, jefa del laboratorio de genética molecular de la UNAM.

“Desafortunadamente la Ciudad de México está siendo proivermectina, cuando los científicos ya comprobamos que eso no funciona para Covid-19, no tiene ningún beneficio (…) Entre más mediques y des cosas que no funcionan, más enmascaras síntomas importantes”, explica Roselyn Lemus-Martin, doctora en biología molecular por la Universidad de Oxford.

El gobierno de la Ciudad de México argumenta que la ivermectina reduce entre 52 y 76 por ciento la probabilidad de que los pacientes sean hospitalizados con complicaciones por Covid-19. El 14 de mayo pasado, la Secretaría de Salud y la Agencia de Innovación Pública informaron que ese resultado se obtuvo de un estudio hecho por ellos mismos. El problema es que ningún ensayo clínico en el mundo sostiene un resultado similar.

“Publican el estudio en una revista que no es de carácter médico, pero sí de estudios sociales, y dicen que la ivermectina funciona. El asunto es que usan un combo de varias medicinas y dicen que solo es la ivermectina la que da resultados. Ese estudio es sin duda de baja calidad”, afirma Luis Natera Ramírez, especialista en neumología y medicina crítica por la Universidad de Washington, en entrevista con Latinus.

CDMX: misma receta para todos las personas con Covid-19

Genaro tiene 31 años, trabaja en una cafetería y todos los días se traslada en transporte público. Un dolor de cabeza intenso que duró dos días comenzó a llamarle la atención. “Se me hacía muy raro y pues cuando ya no me supo la comida la verdad sí me espanté (…) Fui al quiosco de la delegación Álvaro Obregón y pedí ficha. Llegué a las 10 de la mañana y salí a la una y media de la tarde. Di positivo”, asegura.

El “kit médico Covid-19” que le dio el gobierno de la Ciudad de México incluyó 20 tabletas de paracetamol, seis de ivermectina y 30 pastillas de ácido acetilsalicílico. Le dijeron que debía comprar ibuprofeno y azitromicina.

La receta que recibió Genaro no fue personalizada. Se trata de un papel que ya tiene impreso el nombre de cuatro medicamentos y una línea en blanco para escribir los datos del paciente. “Pasamos cinco y el médico nos dijo: llenen su receta, agreguen el ibuprofeno, yo se las firmo (…) nosotros escribimos en la receta nuestro nombre, el del doctor y su matrícula; se la pasamos y ya nomás la firmó él”.

Genaro ha tomado las pastillas tal como le dieron la receta, la noticia de su contagio removió el dolor de la pérdida que tuvo en enero, justo en el segundo brote de contagios. “Yo perdí a mi mamá por esto… y pues de pronto se siente miedo, qué tal que no salgo de esta”, afirma.

Efectos adversos

Luis Natera Ramírez explica que hasta ahora no existe evidencia científica de que la ivermectina funciona para tratar a pacientes contagiados. Aunque los primeros estudios referían una aparente eficacia, ninguno logró demostrar que es posible evitar o disminuir hospitalizaciones por Covid-19. De acuerdo con la FDA, la ivermectina está aprobada para el tratamiento de algunos gusanos parásitos, intestinales, por ejemplo, y para parásitos externos como piojos y afecciones de la piel como la rosácea.

“Encuentran que cuando se cultiva con la ivermectina, el virus del SARS-CoV-2 no se replica, entonces sale esa publicación inicial en donde dicen que potencialmente funciona, de ahí se hicieron estudios de muy baja calidad (…) En las bases de datos de uno de los estudios se encontraron errores metodológicos muy importantes: pacientes inexistentes, 79 registros clonados o repetidos, y temas éticos muy serios (…) La revista The Guardian y otros centros de promoción de la ciencia dicen: aquí hay un potencial fraude científico”, explica.

La publicación dice textual: “Los autores afirmaron que realizaron el estudio entre el 8 de junio y el 20 de septiembre de 2020, sin embargo, la mayoría de los pacientes que murieron fueron ingresados ​​en el hospital y murieron antes del 8 de junio según los datos brutos. Los datos también estaban terriblemente formateados e incluyen a un paciente que salió del hospital en la fecha inexistente del 31/06/2020”.

Lo que sí ha confirmado la ciencia es que la ivermectina puede provocar efectos adversos, sobre todo en pacientes con problemas de hígado: “La ivermectina es un medicamento hepatotóxico que puede provocar cirrosis, no se debe usar en casos de insuficiencia hepática. Ya van 25 muertes asociadas al uso de la ivermectina en el mundo (…) Es una droga realmente con una baja mortalidad, pero no puedes considerarla como inocua”, afirma Luis Natera.

Lo mismo ocurre con la azitromicina: “Es un antibiótico ampliamente conocido y se ha utilizado para las infecciones de vías respiratorias. Antes de la pandemia había muchos estudios que decían que la azitromicina era un tratamiento muy bueno para las neumonías hospitalarias (…) pero llega el SARS-CoV-2, que provoca una neumonía viral, y sabemos que para los virus, la azitromicina no hace absolutamente nada, es como agua, entonces ¿para qué darlo?”.

El asunto, dice, es que la azitromicina podría generar efectos adversos en personas con problemas cardíacos.“La azitromicina tiene un efecto proarritmia, esto es que genera cierto grado de arritmia y si es un paciente susceptible puede darle taquicardias (…) En Estados Unidos han habido demandas contra médicos que han combinado macrólidos, como la azitromicina, con algunos antihistamínicos porque los pacientes acaban con arritmias o incluso en paro cardiaco”, concluye.

FUENTE ; AGENCIAS

ENLACE INFORMATIVO 30-0-2021

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