Berlín, 1 Nov.- Un enorme y colorido altar dedicado al difunto escritor y diplomático José María Pérez Gay ocupó el centro del festejo del Día de Muertos en Berlín.
“Es un honor poder tener este colorido altar aquí en la embajada dedicado a una persona como Pérez Gay, que fue tan importante por su labor cultural y de acercamiento de la lengua y literatura alemanas a México”, expuso el embajador de México en Alemania, Rogelio Granguillhome.
La presidenta de la Sociedad Mexicano-Alemana de Amistad, Karina Rodríguez Jardines, convocó a la gente hace unas semanas para animarles a traer objetos de sus casas para ir construyendo entre todos el impresionante altar que presentaron este miércoles en Berlín. El altar fue montado el pasado viernes y este día trajeron las partes frescas, como flores y fruta.
Con la colaboración del Instituto Cultural de México en Alemania, que dirige Susana Garduño, se expuso un lienzo de gran tamaño del muralista indígena Joel Merino titulado “Nayón Nimán” (“memoria” en idioma triqui). Representa a una mujer que en su vida diaria sale adelante sin olvidar sus raíces, sus memorias y muestra su dedicación a su nueva vida y el amor a sus orígenes. Merino es de San Juan Copala, Oaxaca, y busca promover la tradición de los pueblos originarios en su obra.
Durante el evento, Noox Berlín presentó una pequeña muestra de la obra de teatro que están realizando estos días en el castillo de Mühlberg, situado a unas dos horas de Berlín. Titulado “Mictlán México” representa de forma teatralizada el inframundo en la mitología mexicana con tres actores adultos y una niña.
Entre el centenar de asistentes al festejo en Berlín, se vieron muchos niños, la mayoría con las caras pintadas. En un rincón de la embajada se ofrece la posibilidad de pintarse de Catrina, de esqueleto.
El hijo de Gabriela Moreno de Mirow, quien fue durante muchos años presidenta de la Sociedad Mexicana-Alemana Berlín y ahora está activa colaborando en la organización de eventos como éste, participó de la actividad.
Para el público alemán es sorprendente la forma como los mexicanos ven la muerte: “hace dieciocho o quince años no podías mencionar la palabra muerte porque te veían feo o si les contabas que ibas a comer en una mesa delante de fotos de difuntos no lo entendían y lo veían tétrico.
Otras familias contaron que, además de haber asistido al acto berlinés, tienen en sus casas un pequeño altar y que en los próximos días van a cocinar las comidas que les gustaban a ellos, igual que si estuvieran en México.
Muchas de ellas hornean pan de muertos y desde hace una semana realizan las figuritas de calaveras. Además cuentan que, más allá de las tradiciones puramente visuales, miran de transmitirles ya desde pequeños que a la muerte no deben tenerle miedo, que es un estado de descanso donde se van los seres queridos a los cuales se debe honrar y recordar.
La Agencia Mexicana de Cooperación Internacional (AMEXCID) colgó algunos carteles informativos con propuestas literarias, culinarias y musicales relacionadas con el día de Muertos.
Notimex/Olga Borobio, corresponsal