Arsenal de Francisco Garfías, Excélsior

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“Hipólito es más chingón que Mireles…”
Me lo presentó el senador Félix Salgado Macedonio en el Patio del Federalismo de la Cámara alta. ¿Lo conoces?, preguntó el guerrerense. “Es Hipólito Mora, de La Ruana, Michoacán, el de las autodefensas”, le respondí.

“Sí, es el más chingón, primero que Mireles…”, subrayó el legislador de Morena.

El fundador del Movimiento de las Autodefensas en ese estado hacía antesala, en el citado Patio, a la senadora Olga Sánchez Cordero, futura secretaria de Gobernación.

Estaba allí para hablar de la infiltración de malosos en los grupos de autodefensas y exponer a la exministra de la Corte que “en Michoacán estamos peor que antes”.

Seguramente también quería sondear, aunque no lo dijo, la postura del gobierno de AMLO frente a las autodefensas.

Hipólito acababa de ver a Renato Sales, comisionado nacional de Seguridad.

La presentación de Félix nos sirvió para acercarnos a charlar con Hipólito, en tanto lo recibía Sánchez Cordero, quien se encontraba en plena sesión.

El hombre se mostró abierto, dispuesto y franco, muy franco. La plática fluyó espontánea. Conforme avanzaba, confirmamos que este hombre de baja estatura, lentes redondos, vestimenta campirana, el sombrero siempre puesto, trae pleito casado con el famoso doctor José Manuel Mireles, otro líder de las autodefensas

Lo acusa de haber infiltrado el crimen organizado en esos movimientos y jura que pervirtió lo que, a juicio de Mora, era un “movimiento limpio”.

Lo hace responsable de la muerte de su hijo, del mismo nombre, en uno de los dos enfrentamientos que ha tenido con los malosos.

Hipólito vive amenazado. “No puedo salir solo a ningún lado porque me asesinan”. Duerme, custodiado, en la azotea de su casa.

Mireles, en cambio, anda solo y donde quiera, sin que le pase nada.

“Se pervirtió, es un ambicioso”, dijo Mora, al tiempo que dejó claro que no bajarán las armas mientras el gobierno no meta orden en Michoacán y el crimen organizado sea una pesadilla para los michoacanos.

Ya encarrerado, nos contó que el fallecido padre Goyo quiso acercarlo alguna vez con Mireles en una llamada telefónica, pero sin avisarle. Hipólito se encabronó. No le tomó la llamada a Mireles. Obligó al padre a poner el celular en altavoz y dijo en dirección de los dos: “La mierda se junta con la mierda…”.

Más adelante, aseguró que el gobierno uniformó y armó a las autodefensas (en tiempos del comisionado Alfredo Castillo), pero se equivocó, “hay muchos delincuentes allí”, aseguró.

Luego aseveró que de las armas que el gobierno le dio a esos grupos, los malosos se robaron 190, que ahora utilizan para matar michoacanos.

Sabíamos que el único obstáculo para que se destrabara el proceso para la renovación de la dirigencia nacional del PAN era que Damián Zepeda aceptara dejar el cargo de coordinador de la bancada del azul en la Cámara alta, como exigen los gobernadores de ese partido.
Parecía que todo iba sobre ruedas y que Damián ya no era obstáculo para un acuerdo de unidad, luego de que aparecieron juntos en la foto el anayista Marko Cortés y el otrora senador Héctor Larios, aspirante que tiene el respaldo de los mandatarios del PAN.

Pero también Rafael Moreno Valle, quien se perfila para comandar el grupo parlamentario en el Senado, en caso de que la victoria de Marko se concrete.

Alguien en el equipo de Cortés nos dijo que Damián ya había aceptado hacerse a un lado de la coordinación de la bancada en el momento en que Cortés se convirtiera el jefe nacional, pero resultó falso.

“Yo no formo parte de esos acuerdos”, nos dijo, contundente, el propio Zepeda.

Y más: “La designación del coordinador en las cámaras es entre el partido y el grupo parlamentario. Si le entregan esa decisión a terceros (los gobernadores que quieren a Moreno Valle), el PAN estaría perdido”.

La carta fuerte del anayismo para encabezar al PAN es Marko. Si a eso le agrega que ya se sumaron Larios y la mayoría de los gobernadores a la llamada “fórmula de unidad”, no es difícil concluir que a Damián le pasen por encima.

Pero Zepeda pide no adelantar vísperas. Dejar la decisión de quién ocuparía la coordinación en las cámaras a terceros es contraria a los estatutos “y para eso conmigo no cuenten…”.·

Hay otros dos aspirantes a ocupar la presidencia del partido: Ernesto Ruffo y Manuel Gómez Morin, pero sus precandidaturas parecen más bien testimoniales.

Hay dudas acerca de que puedan juntar las firmas requeridas: el 10% del padrón y que estén dispersadas en 20 entidades.

Charlamos con Damián poco después de asistir a la conferencia de prensa de Marko Cortés, en el hotel Fiesta Americana de Reforma.

Marko la ofreció junto con Larios, quien sería su secretario general del PAN; Humberto Aguilar, coordinador de campaña, y otras cinco mujeres y cuatro hombres que presentó como integrantes de su equipo.

Allí le preguntamos a Cortés si el apoyo de Moreno Valle tiene que ver con un acuerdo para que el poblano sea coordinador en el Senado.

“En el momento que asumamos la dirigencia del partido, con el respaldo de los militantes, habrá de venir la consulta con los grupos parlamentarios.

“Después habremos de hacer los cambios que sean necesarios, poniendo en estas responsabilidades a las personas con mayor experiencia y capacidad; y que, además, generen condiciones de inclusión y unidad en el partido.

“Por supuesto que uno de los perfiles a considerarse, por su experiencia, podría ser el propio Rafael Moreno Valle”, concluyó.

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