El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este sábado que las obras en torno al corredor del Istmo serán administradas por la Secretaría de la Marina para “evitar más privatizaciones”.
“Todo el proyecto del Istmo, los puertos, los ferrocarriles (…) los parque industriales en el Istmo, todo va a ser manejado por una empresa que va a estar bajo la custodia de la Secretaría de Marina para que los bienes del pueblo, de la nación, no se entreguen a particulares, que no se rematen, ya no queremos más privatizaciones”, dijo el presidente en un video que compartió en sus redes sociales.
“Queremos cuidar lo que es de todos los mexicanos, y qué mejor que la Secretaría de Marina para que cuide el patrimonio de todos los mexicanos en lo que tiene que ver con los puertos y ferrocarriles”, dijo López Obrador, que señaló que las utilidades de la empresa se van a destinar para el pago de pensiones de los integrantes de las fuerza armadas y de los trabajadores al servicio del Estado.
“Es una empresa particular que estamos aplicando una economía mixta, son los tres motores de la economía, el sector social, el sector privado y el sector público para impulsar este proyecto en el Istmo de Tehuantepec“, dijo el mandatario sobre el proyecto del corredor.
En su recorrido por Coatzacoalcos estuvo acompañado por el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O; la titular de Energía, Rocío Nahle; y el almirante Rafael Ojeda, secretario de Marina, así como el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García.
López Obrador dijo el pasado 23 de noviembre que “de ser necesario” elementos de las Fuerzas Armadas distribuirán medicamentos en el país para evitar el desabasto.
La Sedena se ha hecho cargo de las obras emblemáticas del gobierno de López Obrador, como las sucursales del Banco del Bienestar y el Aeropuerto de Santa Lucía. Además de ser responsable de vigilar la estrategia nacional de vacunación y tener cada vez mayor responsabilidad en las labores de seguridad que pertenecen a corporaciones civiles.
En Loret Capítulo 63 se reveló que la Sedena contrató empresas fantasma y compañías investigadas en la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, obra insignia del gobierno federal.
Latinus revisó 966 contratos otorgados por el Ejército, el constructor favorito del presidente Andrés Manuel López Obrador, y encontró empresas fantasma, compañías acusadas de desvío, proveedores de juegos infantiles a los que rentaron tractocamiones, y hasta un señor en una pequeña tlapalería que, según los papeles, es el principal contratista del aeropuerto.
