Cuando la pandemia del coronavirus explotó en marzo, el mundo del entretenimiento se detuvo por completo. Sin embargo, un programa siguió trabajando de forma normal y sin miedo al caos.
Saturday Night Live, esa legendaria empresa de comedia, plataforma de estrellas y emblema del humor más crítico en Estados Unidos, la cual ya está de regreso en el estudio con nueva normalidad, se adaptaba una vez más a los tiempos grabando su show desde casa.
“Ese programa es tan necesario ahorita. Es el lugar al que la audiencia va para reírse e informarse de lo que ocurre en el mundo”, asegura Billy Crystal, quien ha sido presentador varias veces.
“Es el único lugar en la TV donde el punto de vista cómico es lo que realmente busca la gente. Es muy, muy respetado por el público, por eso sus ratings siguen siendo tremendos”.
Ese primer episodio de Saturday Night Live At Home, emitido el 11 de abril y conducido por Tom Hanks, cuando todo el reparto realizó sketches vía remota, fue visto por 4.6 millones de personas.
Eso demuestra que este programa de variedades domina a la perfección la habilidad de adaptarse a los tiempos, sin importar las transformaciones sociales, naturales o políticas alrededor.
Catedral de la risa
Creado por el productor y escritor canadiense Lorne Michaels, el show debutó el 11 de octubre de 1975 con el nombre NBC’s Saturday Night.
Su reparto original, conformado por Dan Aykroyd, John Belushi, Chevy Chase, Jane Curtin, Gilda Radner, Garrett Morris y Laraine Newman, entre otros, se volvió legendario de la noche a la mañana y la máxima meta profesional de prácticamente todos los comediantes de EU, quienes anhelaban formar parte del cast y el equipo de guionistas.
Ahí surgieron talentos como Jimmy Fallon, Will Ferrell, Chris Farley, Kristen Wiig, Eddie Murphy, Bill Hader, Adam Sandler, Jason Sudeikis… La lista es
interminable.
“Recuerdo haber pensado que quizás estaba loco cuando me contrataron como escritor de SNL. ¡Nunca había escrito para otros!”, recuerda Sudeikis.
“En ese punto me había tomado 10 años tratar de escribir para mí mismo, y luego me contrataron en el mayor show de sketches del país, para escribir para otros. ¡Me dio el Síndrome del Impostor!”.
Ese mismo sentimiento al que se refiere el comediante, famoso por cintas como Quiero Matar a Mi Jefe y Angry Birds, lo han tenido casi todos los artistas que han pasado por el show.
“Hubo semanas que no pude escribir nada y pensé que me echarían y me dirían: ‘¡Cometimos un grave error! Perdón por hacerte perder el tiempo’. Y yo diría: ‘No, perdónenme ustedes por hacerles perder el suyo’.
“Diez años después mi vida cambió por esa experiencia y las personas que conocí ahí. Me hice esa pregunta de si era lo suficientemente bueno varias veces mientras estaba en el show en Nueva York”.
FUENTE: AGENCIA REFORMA
ENLACE INFORMATIVO, 11-10-2020