Trabajadores de la Federación terminaron un paro laboral que duró poco más de cinco horas tras llegar a un acuerdo con las autoridades del órgano administrativo del poder judicial. La protesta afectó aproximadamente el 5.3 % de los edificios en el país, al cerrar 16 inmuebles en distintas ciudades. Mientras tanto, las labores en los demás recintos jurisdiccionales y administrativos continuaron normalmente.
Los manifestantes denunciaron la falta de equipo y materiales de trabajo, así como despidos que consideraron injustificados y que, según el sindicato, habrían alcanzado a cerca de cinco mil trabajadores. Las autoridades se comprometieron a mantener el servicio judicial sin interrupciones y a sostener un diálogo permanente con la base trabajadora.
Como resultado del acuerdo, los inmuebles se reabrieron de forma inmediata y se levantó la protesta, permitiendo que los servicios retomaran su operación habitual.
