El pasado mes de julio, durante la final de Wimbledon que enfrentó al español Carlos Alcaraz y al serbio Novak Djokovic, hubo una persona capaz de eclipsar el juego y al resto de ilustres invitados, entre los que se encontraban los príncipes de Gales o el rey Felipe VI. Esa persona era Brad Pitt, que acaparó miradas, objetivos y comentarios en redes sociales debido a su espectacular aspecto a los 60 años. Tampoco esto es novedad. El intérprete, ganador de un Oscar a mejor actor de reparto por “Érase una vez en Hollywood”, y uno de los mejor pagados en la industria, ha sido además votado en dos ocasiones como el hombre más sexy del mundo por la revista People (la primera, en 1995, después de Leyendas de pasión y la segunda, en el año 2000, tras El club de la lucha).
A su talento interpretativo en películas enormes le acompaña un físico portentoso, a medio camino entre el viejo y glamuroso Hollywood y el nuevo arquetipo de masculinidad dura pero sensible. Ayer cumplió 60 años.
Ningún problema lo salpica
Su talento y su físico acostumbran a ser los dos comentarios habituales cuando se pronuncia el nombre de Brad Pitt. Después de eso, suele repasarse su muy sonado (y público) historial sentimental —Juliette Lewis, Gwyneth Paltrow, Jennifer Aniston, Angelina Jolie—, sin embargo, poco se mencionan los aspectos más oscuros de su vida, casi como si su carrera, su fama o, sencillamente, el nombre de Brad Pitt, consiguieran que ningún problema le llegue a salpicar nunca: ni su compleja relación con Harvey Weinstein; ni el agrio divorcio de Jolie quien, por el momento, tiene la custodia de todos sus hijos en común; ni la acusación, por parte de uno de sus vástagos, Pax, de ser “una persona terrible y despreciable”. Brad Pitt no es solo un icono de la cultura popular, también es un experto en control de daños.
Caso Weinstein
En 2022, Gwyneth Paltrow concedió una entrevista a The New York Times donde reveló detalles sobre su relación con Harvey Weinstein —la actriz, según contaron Kantor y Twohey, las reporteras que destaparon la historia de abuso y conducta sexual inapropiada del productor, fue una de sus principales fuentes para tirar del hilo en la investigación—. La intérprete declaró que el productor la acosó en su hotel de Beverly Hills cuando apenas tenía 22 años e intentó abusar de ella. “Era una niña, estaba petrificada”, dijo en la entrevista. “Estaba muy conmocionada por todo y acababa de aceptar hacer dos películas más con él”, explicó. Weinstein le pidió a continuación que no dijera nada de lo que había ocurrido. Pero ella se lo contó a su entonces pareja, Brad Pitt: “Si alguna vez la vuelves a hacer sentir incómoda, te mataré”, le dijo el actor al productor, después de empujarle contra un muro, tal y como contó Paltrow y después confirmó Pitt.
A pesar de saber todo esto, en 2009, Brad Pitt trabajó en la película “Malditos bastardos”, dirigida por Quentin Tarantino y coproducida por Weinstein Company. En una entrevista Angelina Jolie reveló que, en 1998, trabajó con Weinstein en la película “Jugando con el corazón”. Jolie tenía 21 años y confesó que tuvo que “escapar” de la habitación de hotel a la que fue invitada por el productor: “Advertí a la gente sobre él. Me pidieron participar en “El aviador”, pero dije que no porque él estaba involucrado. Nunca más me relacioné ni trabajé con él. Fue difícil para mí cuando Brad lo hizo”.
Termina idilio ‘Brangelina’
Después de 12 años de relación y seis hijos en común, en 2016 el idilio ‘Brangelina’ llegó a su fin. Fue la actriz quien interpuso el divorcio, además de solicitar la custodia de sus seis hijos, alegando las clásicas “diferencias irreconciliables”. En aquel momento, salió a la luz una historia, que casi sonaba a rumor, que relataba un incidente en un avión privado en el que Pitt se puso violento.
En septiembre de aquel año, los actores llegaron al acuerdo de que Angelina Jolie tendría la custodia “temporal” de sus hijos.
Desde entonces, la expareja está enfrentada en una batalla legal en cuyo centro se encuentran sus hijos (Jolie sostiene que Pitt maltrató a dos de sus hijos y la agarró a ella de la cabeza mientras la zarandeaba en aquel avión privado, en 2016) y también el Château Miraval, una mansión y viñedo en la localidad de Correns, en el corazón de la Costa Azul francesa, cuya parte Jolie vendió sin el consentimiento de su exmarido por 164 millones de dólares.
Responsable de sus actos
Desde que la actriz iniciase sus trámites de divorcio, Brad Pitt ha entonado un mea culpa en diversas publicaciones. En 2017, en GQ, habló de sus problemas con el alcohol, y de que llevaba seis meses sin beber: “Bebía demasiado. El alcohol se convirtió en un problema”, confesó el intérprete, algo que ya había trascendido, pues para seguir viendo a sus hijos debía someterse a pruebas de drogas y alcohol.
Desde 2016, solo como actor, ha participado en ocho películas, entre ellas la que le valió su Oscar. En 2022, se unió a la moda de otras muchas celebridades, sacando su propia marca de cosmética Le Domaine y, en 2023, su propia marca de ginebra, The Gardener Gin.
Ajeno a cualquier escándalo, su vida sentimental también mantiene un perfil bajo, aunque se sabe que tiene una relación estable con la diseñadora de joyas Inés de Ramón. Trabajo duro y mucha discreción, su otra gran estrategia.
Con información de Agencias